El divertido plan de Esther Doña, con guiño a un nuevo amor

Un año después de su compleja ruptura con el juez Santiago Pedraz, Esther Doña tira de humor sobre su futuro en el amor en la inauguración de un local en Madrid de restauración con música en directo. Demuestra la andaluza que se toma la vida con filosofía, de forma divertida, mientras parece preguntarse quién será el próximo hombre que ocupe su corazón.

Posaba de lo más cómica, con los ojos cerrados y la palma de la mano sobre la frente bajo el cartel de letras de neón de la taberna Remedios, en el que se puede leer: “Ay Dios mío, pa’ quién seré”. Tras el complicado adiós del juez, parece llevarse las manos a la cabeza, bromeando.

Curiosamente, si la ruptura entre el juez y la marquesa viuda de Griñón no hubiera hecho saltar por los aires todos sus planes, a día de hoy sería una mujer casada, ya que anunciaron boda para este verano de 2023, casi al mismo tiempo que pusieron punto y final a su historia de amor.

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Un año de relación que acababa con Esther Doña narrando cómo, tras la discusión, él le envió un mensaje a ella de WhatsApp, donde le aseguraba que su relación era imposible y le deseaba que se cuidase. Poco después, en primavera, el juez sorprendía a todos con su nueva paternidad junto a su nueva pareja, Elena Hormigos.

Con un año muy tranquilo, como ella misma revelaba en su cuenta de Instagram, Esther ha disfrutado del verano y se ha hecho un cambio de imagen tras pasar por su peluquero en septiembre. Reconocía la malagueña que para ella esta época del año es como "el nuevo año" y "quería un cambio", que se ha materializado en un nuevo corte de pelo con flequillo largo a los lados, que le otorga una imagen más juvenil con la que vuelve a retomar sus proyectos profesionales.

Esther estuvo rodeada de algunos amigos este pasado jueves, disfrutando del flamenco en directo mientras degustaba algunas delicias para cenar en la inauguración de este restaurante madrileño, al que también acudieron el actor Jaime Lorente o la cantante Pastora Soler, que quisieron posar con el mismo llamativo cartel, pero sin el divertido gesto de la viuda del marqués de Griñón.