Esther Doña y Pedraz, una ruptura compleja: el nuevo giro que la puede dificultar aún más

La historia sentimental de Santiago Pedraz y Esther Doña ha durado hasta el 15 de agosto, cuando finalmente se acabó el proyecto de vida en común. La expareja fue protagonista de reportajes en la revista '¡Hola!', en los que aparecían enamorados. En julio realizaron un posado donde anunciaban su boda para el verano de 2023. Un anuncio que ya no sorprendía ante las muestras públicas de felicidad que tanto la marquesa viuda como el magistrado de la Audiencia Nacional publicaban en sus redes sociales. Un proyecto de vida en común donde Chloé, el bichón maltés, formaba parte de la unidad familiar.

A través de esas imágenes de felicidad veíamos a Pedraz y Doña disfrutando de una vida de lujo. Lo mismo aparecían en un yate que celebrando la vida en el elitista Marbella Club o en la terraza del piso de Majadahonda enseñando los nuevos muebles de terraza. Pedraz, siempre a su vera como un caballero andante. Mostrar los momentos más privados de la pareja sirvió para que descubriéramos la faceta artística del juez. El día del cumpleaños de Esther, el novio le regaló un cuadro pintado por él que había titulado 'Contigo: El sueño infinito. Locura pulmonar'.

Como era de esperar, Doña publicó en Instagram en enero de este año el detalle con un vídeo en el que se veía la tela y se acompañaba de una frase de agradecimiento en la que decía: “Maravilloso regalo a la familia Doña, muchísimas gracias, mi amor”.

El amor se fue

De todo estas declaraciones de amor ya no queda nada. Pedraz ha borrado de sus redes todo lo que tenga que ver con su romance con Esther Doña. No queda ni un resquicio del año de amor con la viuda del marqués de Griñón, a la que había regalado un anillo de compromiso. Este detalle también lo tuvo con sus anteriores relaciones. De hecho, a la abogada y experta en derecho penal Sylvia Córdoba se lo entregó en presencia de su familia cuando también la pidió en matrimonio, roto con la llegada de Esther Doña.

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En el mundo de la judicatura, esta necesidad de sellar sus relaciones (aparentemente) estables ha hecho que con cierta ironía le llamen el 'señor de los anillos'.

El 12 de agosto es la fecha que marca la ruptura total de la pareja, como se anunció en la 'Crónica rosa' de esRadio. Pedraz da por concluida la relación con unas declaraciones que se publican en la revista '¡Hola!' y en la que afirma que no va a volver con ella, que ha traspasado lo que él denomina “línea roja” y, por lo tanto, ha puesto punto final a la historia.

Según han confirmado a Vanitatis, Pedraz se encuentra en una situación poco agradable y que podría acabar complicándose de la manera más difícil para cualquier ciudadano y más para un magistrado de la Audiencia Nacional. Existe un rumor sobre una posible decisión de Esther Doña en el plano judicial que podría enmarañar más aún la mala relación entre ambos. Vanitatis se ha puesto en contacto con Santiago Pedraz para confirmar este dato, pero el magistrado ha dicho desconocer tal rumor.

El renacer de Esther

Por su parte, Esther Doña está viviendo una nueva etapa emocional con un empresario del sector naviero. Como publicamos esté miércoles, la marquesa viuda se ha vuelto a enamorar. Se trata de un señor muy bien posicionado, que se ha convertido en la 'nueva ilusión'. Y el mundo social se vuelve a revolucionar porque Bruno, que así se llama, tenía hasta hace un mes una pareja estable, Carla, con la que convivía en su chalet de La Moraleja desde hace más de cinco años.

La chica, de 40 años y madre de un niño, tenía una excelente relación con los tres hijos del que ahora es pareja de Doña. El círculo social de Bruno y Carla no los consideraban ya novios, sino casi matrimonio, aunque no hubieran cambiado el estado legal. Acudían a las fiestas que los amigos organizaban en la urbanización y solían pasar parte de las navidades en Punta Cana. Se reunían con otros españoles que preferían disfrutar los últimos días del año en la República Dominicana. De hecho, asistieron a una de las fiestas organizadas en Cap Cana, donde tienen mansiones las grandes fortunas venezolanas y estadounidenses.

Aparentemente, no había fisuras y de ahí la sorpresa y el disgusto para la familia de Carla, muy bien relacionada y con un nivel económico alto. Ella trabaja en la industria farmacéutica con un familiar y una de las tías es una profesional muy reconocida en el sector de la medicina, igual que la madre de Bruno R.

Nadie del entorno de la joven, ni por supuesto la protagonista, imaginaba que el empresario se había enamorado. Se enteró de pronto cuando su pareja se lo comunicó de un día para otro. Para colmo, estaban compartiendo las vacaciones en el yate, que era la casa común en vacaciones y que tuvo que abandonar cuando llegó Esther.

Este verano habían estado navegando con los padres de Carla por la costa alicantina y todo parecía ir perfecto. Los que lo conocen aseguran: “Es un caballero, muy simpático, que cae muy bien y muy generoso. No podíamos imaginar que pasara lo que ha pasado. Ella está destrozada”.