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La vida exagerada de Esther Doña y el juez Pedraz
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AMOR Y DESAMOR

La vida exagerada de Esther Doña y el juez Pedraz

Casi al mismo tiempo que una revista publicaba su futura boda, llegaba la confirmación de la ruptura. Desde entonces, no se han vuelto a ver

Foto: Esther Doña y el juez Santiago Pedraz, en la entrega de los premios Flamenco en la Piel. (EFE)
Esther Doña y el juez Santiago Pedraz, en la entrega de los premios Flamenco en la Piel. (EFE)

Esther Doña y el juez Pedraz se han convertido en los protagonistas indiscutibles de la semana. Y no solo en el mundo del corazón, sino también en el terreno de la judicatura. Hace un año ya sorprendió esta relación que se había consolidado a través de los reportajes y las muestras de amor entre ambos que la marquesa viuda publicaba en sus redes. Todo parecía ir bien. Habían decidido dar un paso definitivo y casarse. Así lo contaban los dos en la revista ‘¡Hola!’ hace una semana.

El juez de la Audiencia Nacional aparecía feliz con su novia en diferentes escenarios y con textos que demostraban pasión y felicidad. Los mensajes que acompañaban las imágenes de Instagram no dejaban lugar a duda. En una de esta muestras públicas, la pareja aparecía sonriente con el magistrado sentado, Esther a sus pies y Chloé, el bichón maltés, como complemento a esa unidad familiar. El mensaje decía lo siguiente: “Sábado con S de suerte, de salvaje y de sonriente. A por ellos”.

Santiago Pedraz rompía la discreción que se le presume a un profesional de su categoría y se dejaba ver junto a Doña en fiestas, en photocalls y en escenario de lujo. Mostrar lo felices y enamorados que estaban era el denominador común. En los ambientes judiciales, los comentarios sobre esta nueva relación eran motivo de conversación y de bromas. Los más cercanos le tomaban el pelo y le llamaban el ‘marquesito’, haciendo alusión al título que durante unos años utilizó Esther Doña al estar casada con Carlos Falcó. Ahora la marquesa titular es Tamara, que lo recibió al fallecer su padre en marzo del 2020.

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Muchos de los colegas del juez tuvieron la oportunidad de conocer personalmente a la nueva novia. La viuda solía acudir a un bar cercano a la Audiencia con su perrillo a recoger a Pedraz a la salida del trabajo. Chloé llegó a ser muy popular en el local. De hacer caso a sus muestras públicas de amor, no sorprendió cuando anunciaron su compromiso matrimonial hace quince días en una revista. La fecha no estaba cerrada, pero el tope para la celebración era el verano de 2023. Tendrían tiempo de organizar una boda por todo lo alto.

La sorpresa llegó el martes pasado cuando ‘La crónica rosa’ del programa de Federico Jiménez Losantos anunciaba la ruptura sin vuelta atrás. Doña contaba que su futuro marido la había dejado a través de dos líneas de WhatsApp a mediados de agosto, pero no explicaba por qué no había avisado a la revista en cuestión cuando ya sabía que la ruptura era un hecho. No hacerlo tiene una única explicación posible: cobrar la exclusiva a costa de lo que fuera. Pedraz tampoco lo hizo y el culebrón ya estaba servido.



Una idea para futuros espacios televisivos: podrían convertir esta historia en un docudrama donde el poder judicial, el social y el nobiliario se unieran con final diferente a ‘Pretty Woman’ o ‘Sonrisas y lágrimas’.

El modus operandi

Lo llamativo de esta agenda emocional del juez es que con su anterior relación las pautas fueron parecidas a las utilizadas con Doña. Pidió la mano de Sylvia Córdoba, abogada experta en derecho penal, a su padre; le regaló un anillo de compromiso y llegaron a comprar una casa para una vida en común. Cuando se enamoró de la viuda del marqués de Griñon, dejó a Córdoba con una hipoteca importante y sin sortija.

Por el momento se desconoce cuáles han sido las causas de esta ruptura tan abrupta, pero parece que algo tiene que ver el carácter cambiante de Esther Doña, del que hay testigos. Dos de ellos, Duarte y Aldara. Los hijos de Carlos Falcó pasaron temporadas en la finca El Rincón. Del domicilio familiar de su padre salieron al resultar complicada la convivencia.

placeholder Carlos Falcó y Esther Doña. (Getty)
Carlos Falcó y Esther Doña. (Getty)

Estuvo casada tres veces y entre sus amistades masculinas estuvieron Máximo Valverde, Julio Iglesias, González de Caldas y Luis Miguel Rodríguez, dueño de Desguaces La Torre. Con ninguno de ellos mantiene relación en la actualidad.

La viuda y el magistrado no han vuelto a verse ni hablar desde que rompieron en agosto. Lo que sí hizo Doña fue pasar página. Según contaba Beatriz Cortázar en ‘La crónica rosa’ de Es Radio, la que fuera esposa de Carlos Falcó aceptó la propuesta de un empresario con barco en Ibiza para pasar unos días con un grupo de amigos. Esther se apuntó al plan. Al llegar al barco, su sorpresa fue grande al encontrarse con varias amigas del caballero, que finalmente no pudo acudir por compromisos profesionales.

Unas historias que bien podrían haber servido para ilustrar la novela del escritor Bryce Echenique ‘La vida exagerada de Martín Romaña’.

Esther Doña y el juez Pedraz se han convertido en los protagonistas indiscutibles de la semana. Y no solo en el mundo del corazón, sino también en el terreno de la judicatura. Hace un año ya sorprendió esta relación que se había consolidado a través de los reportajes y las muestras de amor entre ambos que la marquesa viuda publicaba en sus redes. Todo parecía ir bien. Habían decidido dar un paso definitivo y casarse. Así lo contaban los dos en la revista ‘¡Hola!’ hace una semana.

Federico Jiménez Losantos
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