Paloma Cuevas y su casa de La Finca: de querer venderla a una reforma total

Desde que en el mes de julio de 2020 la revista 'Semana' publicara en portada que Paloma Cuevas y Enrique Ponce se habían separado, su vida personal y mediática dio un vuelco. Hasta entonces habían sido la pareja perfecta y la noticia parecía en aquellos momentos un ingrediente más de la utopía que estábamos viviendo tras la pandemia. Finalmente salieron a relucir los motivos de la ruptura y se hizo evidente que cada uno tomaría su propio camino. Hoy ambos pueden decir que han rehecho sus vidas y a algún maledicente se le podría ocurrir que Paloma ha salido ganando con el cambio, dado el estatus social del cantante Luis Miguel, su actual pareja. Quien se atreve a hacer esa broma delante de ella suele obtener siempre la misma respuesta: "nunca la ruptura de una familia puede ser una buena noticia".

Puede que no, pero tras aquella tormenta Cuevas está atravesando un momento dulce. Su vida se ha convertido en un continuo viaje. A muchos les sorprendió verla esta semana llegando junto a Luis Alfonso de Borbón, íntimo amigo, al funeral de Fernando Gómez-Acebo. Encaramada a unos altísimos tacones y con gafas de sol, la diseñadora saludó a la prensa allí congregada algo tímida y no hizo declaraciones.

Estos días está enfrascada en hacer varias reformas en su casa de La Finca (Pozuelo de Alarcón). Según ha podido saber Vanitatis, hace unos meses tomó la decisión de venderla. Contrató incluso a una agencia inmobiliaria para que pusiera el inmueble en el mercado inmobiliario. La casa está ubicada en la zona más exclusiva de la famosa urbanización madrileña, Los Lagos, que goza de una seguridad extrema y mucha privacidad. Se trata de una construcción que fue diseñada por la promotora Procisa y que consta de un terreno de 3.600 metros cuadrados sobre los que está edificada una vivienda de 645 metros.

Líneas modernas, espacios abiertos, cinco habitaciones, baños muy amplios y mucha luz conforman el principal atractivo de la edificación. Además de piscina privada y un amplio jardín con cenador. "Casas similares y en la misma zona se están vendiendo por 2.380.000 euros", apunta un agente inmobiliario.

Sin embargo, y aunque ya había algunas ofertas encima de la mesa, Cuevas ha dado marcha atrás en su decisión de venderla. Según nuestras fuentes, "quiere mantener una base en Madrid", por lo que a pesar del indudable beneficio económico, ha preferido sacarla del mercado y ha iniciado una serie de reformas en la vivienda. Se trata de hacer la casa más cálida, personalizarla y convertirla en su hogar cuando se encuentre en la capital.

En realidad, Paloma Cuevas no ha vivido demasiado tiempo en esta casa. Cuando estaba casada con Enrique Ponce, el matrimonio y sus hijas vivían a caballo entre Jaén (donde contaban con la finca La Cetrina) y Madrid capital, donde contaban con un luminoso piso en la zona de Pintor Rosales. Según contaron ellos mismos, fue el empresario taurino Victoriano Valencia quien le regaló a Paloma el terreno en Pozuelo, una parcela de más de 3.500 metros cuadrados para levantar la casa de sus sueños. La pareja estuvo años construyendo a su gusto el que iba a ser ese nuevo hogar de más de 600 metros, pero nunca se decidía a mudarse.

Luego llegó la ruptura y el larguísimo proceso de divorcio, en el que estuvieron negociando durante más de un año. Paloma Cuevas se quedó con la casa de La Finca. La diseñadora además contaba en esa urbanización con una gran ventaja y era la cercanía de un matrimonio que ha sido fundamental en su recuperación. El citado Luis Alfonso de Borbón y su esposa, Margarita Vargas, que han sido para Cuevas paño de lágrimas en su doloroso proceso de divorcio y compañía imprescindible cuando ha remontado el vuelo.

Aquello quedó atrás y hoy la vida de Paloma Cuevas es muy distinta a la que era. Centrada en su trabajo como diseñadora junto a Rosa Clará y en los negocios familiares, su vida sentimental parece ir viento en popa junto a Luis Miguel. El Sol de México, con millones de seguidores en todo el mundo, es una estrella internacional pero en cuestiones sentimentales y privadas prefiere el perfil bajo. Es Victoriano Valencia cuando acude a algún acto público quien ejerce de portavoz de la pareja y da la temperatura de su relación. "La boda ya depende de ellos. Él es un muchacho extraordinario en ese aspecto. Muy contento porque es un caballero, es un señor y está enamorado, están enamorados. Cuida y quiere mucho a mi hija", reveló a principios de marzo.

Luis Miguel alquiló una villa en la misma zona de La Finca donde tiene su propiedad Paloma Cuevas hace un año. Un inmueble valorado en 12 millones de euros, según la tasación de los expertos, con helipuerto y todas las necesidades propias de una estrella internacional.