Caritina Goyanes y la experiencia religiosa que cambió su vida y salvó su matrimonio: el retiro de Emaús

El triste fallecimiento de Caritina Goyanes el pasado lunes 26 de agosto no solo ha servido para que los que no la conocían sepan lo queridísima que era, sino también para que descubran aspectos de su vida y de su forma de pensar.

Uno de ellos ha sido el que concierne a la fe religiosa que la hija de Cari Lapique había logrado encontrar en los últimos años y que le ayudó a ser mucho más feliz de lo que era.

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Su propia hermana, Carla Goyanes, hacía referencia a esa fe de Caritina en una publicación que realizó en redes sociales para homenajearla tras su fallecimiento. "Eras única e irrepetible, la más generosa, divertida, curranta, disfrutona, con una fe que siempre he envidiado y te ha hecho ser muy feliz los últimos años de tu vida", escribió en una extensa carta.

Tras el funeral, que se llevó a cabo el miércoles 28 de agosto en Tres Cantos (Madrid), fue la periodista Paloma-García Pelayo, colaboradora del programa ‘Y ahora Sonsoles’ y una de las asistentes a ese último adiós a Caritina Goyanes, la que, hablando sobre algunos detalles del solemne acto, remarcó que "la misa, oficiada por un sacerdote cercano a la familia, ha estado marcada por el espíritu de Emaús, un movimiento religioso en el que Caritina había encontrado fe en los últimos años".

Este último dato ha llamado la atención de muchas personas que no solo desconocían la existencia de esta experiencia religiosa, sino que tampoco sabían que a Caritina Goyanes le había ayudado a superar un gran bache vital en el que se vio inmersa hace años y que casi le cuesta su matrimonio.

Ella misma lo desveló hace cinco años, en una entrevista que concedió en Mater Mundo TV, un canal de televisión online para la divulgación de contenidos que hablan de Dios y de la Iglesia católica. En la misma, Caritina confesaba que cuando todo era perfecto en su vida, ella comenzó a desmoronarse. Los miedos comenzaron a superarla: "Me casé, tuve dos niños. Tenía mi trabajo perfecto, mis amigas, mis planes, una vida social superactiva, mi casa monísima. Todo era perfecto y me entró miedo de que alguna de esas patas que estaban perfectas me fallara. Más que nada, me entró miedo a la pérdida y me volví un poco loca. No dejaba a mis hijos hacer absolutamente nada y ese miedo se convirtió en ansiedad. Me vi en un punto en el que mi vida iba a toda velocidad, totalmente centrada en el trabajo para no pensar en nada más. Me volví superexigente con mis hijos. Tenían que ser los mejores en lo que hicieran. Mi marido era el que siempre pagaba el pato porque al final yo estaba siempre con un humor horrible. Me di cuenta de que algo me pasaba y de que tenía que poner freno".

En la entrevista, Caritina desvela cuándo fue la primera vez que escuchó hablar sobre los retiros de Emaús: "Hice muchos cursos de mindfulness, yoga…. De todo. Nada funcionaba. Seguía con el mismo estrés, los mismos nervios, los mismos gritos a todo el mundo, con un matrimonio vacío (…). Un día, un amigo me habló de los retiros de Emaús. A mí, en ese momento, Dios me quedaba muy lejos y pensé que estaba loco por proponerme algo así. Luego pensé que no pasaba nada por probar".

Vanitatis ha podido ponerse en contacto con Enrique Ruiz, que ha sido coordinador en algunos de estos retiros de Emaús. Nos explica que "todos buscamos un sentido y un propósito a lo que hacemos. Como Caritina, lo buscamos por todos lados, pero, al final, no siempre encontramos una respuesta definitiva. San Agustín, cuya fiesta acabamos de celebrar hace dos días, decía que "nos hiciste Señor para Ti y está inquieto nuestro corazón hasta que descanse en Ti". Eso es lo que creo que, en medio de las tormentas y avatares cotidianos, buscamos todos los que, en un momento dado, llegamos a Emaús. El verdadero sentido de la vida y un lugar de descanso, que constituye el suelo firme sobre el que basarnos para dar respuesta a todo lo que nos acontece".

¿Qué son los retiros de Emaús y en qué consisten?

Nacieron hace más de 30 años, en Miami, de la mano de Mirna Gallagher, directora de Educación Religiosa de la parroquia de St. Louis. Se trata de retiros espirituales concebidos como experiencias religiosas en las que se busca un encuentro íntimo con Dios. Están guiadas por laicos y pensadas para laicos, y suponen una renovación espiritual basada en la lectura del Evangelio de San Lucas 24, 13-35, que versa sobre el encuentro de los discípulos de Emaús con Cristo Resucitado. No hace falta pertenecer a una diócesis u orden religiosa para poder apuntarse a uno de ellos, incluso acuden ateos, y son numerosas las parroquias que los organizan en numerosas partes del mundo.

Enrique Ruiz nos explica que "a Emaús llega todo tipo de personas, porque el Señor no hace diferencias, ya que Él llama a todos y porque nos quiere felices. Es cierto que hay personas con mayor reconocimiento social, como Caritina, y por eso, equivocadamente a nuestro entender, se habló hace tiempo del Retiro de "los ricos". Nada más lejos de la realidad. A Emaús se acerca todo tipo de personas. De hecho, hay retiros de Emaús en casi todas las provincias de España y en los más diversos barrios. El retiro de Emaús está abierto a todo el mundo. No hay que cumplir ningún requisito, no hace falta tener fe, ni siquiera estar bautizado. Solo hace falta estar buscando, abierto a lo que Dios quiera decir y querer escuchar. Todo el mundo es siempre bienvenido".

Fue en el año 2009 cuando estos retiros comenzaron a organizarse en España. El primer sacerdote que acogió esta experiencia religiosa fue el padre Enrique González, de la parroquia de San Germán, en Madrid, donde todavía continúa este servicio.

En definitiva, se trata de jornadas transformadoras a partir del encuentro con Jesús y su amor.

Son muchos los motivos que pueden llevar a una persona a buscar este tipo de retiros: pérdida de fe, búsqueda de fe, búsqueda de paz, huida del mundanal ruido, crisis existencial, etc.

Para sorpresa de Caritina Goyanes, su retiro de Emaús de un fin de semana de duración resultó tremendamente sanador para ella. "Dicen que en Emaús tienes un encuentro personal con Jesús, con Dios. Personalmente, yo no lo tuve, pero sí se quedó en mí una semilla (…). Mi vida empezó a cambiar poquito a poco. Empecé a ser otra persona. Mis miedos desaparecieron y empecé a priorizar y a ver lo que era realmente importante. Es un camino largo. No fui a Emaús un fin de semana y salí con una fe ciega, pero sí he ido aprendiendo a aceptar la voluntad de Dios y a creer en los tiempos de Dios. Las cosas en la vida te van a pasar y he aprendido a saber afrontarlo sin ese miedo, sin esa tristeza, preguntándome para qué pasan las cosas y no por qué. A mí Emaús me ha cambiado todo, sobre todo en mi matrimonio, que antes era un desastre. Las discusiones eran horribles y en los finales de las mismas lo ponía todo en jaque. Ahora todo es más constructivo. Ahora veo a mi marido como a mi socio de vida, como a la persona con la que quiero recorrer este camino. Soy mucho más feliz".

Así vivió Caririna su retiro de Emaús

La hermana de Carla Goyanes afirmaba también que en estos retiros se crean grupos de personas de los que "recibes mucho amor. En Emaús es muy importante la comunidad que se crea", explicó.

En dichas comunidades existen una especie de jefes de grupo y coordinadores que realizan varias funciones en cada retiro. Uno de ellos, Enrique Ruiz, nos comenta que las personas que, como él, realizan este papel, son "aquellos que quieren compartir con los demás lo que ellos recibieron. El papel del coordinador es molestar lo menos posible. Creemos firmemente que el único protagonista del retiro es Dios. Nosotros procuramos que las cosas se hagan lo mejor posible para que la gente, en ese corto espacio de 48 horas, lo escuche. Y realmente, resulta muy fácil esa labor de coordinación porque todo el mundo está absolutamente dispuesta al servicio. Si algo hay importante en el retiro es que todo se haga con un verdadero espíritu de oración y con la voluntad de ayudar a lo demás a encontrar el Tesoro que un día Dios nos regaló a nosotros".

Lo que allí ocurre es difícil de saber. La experiencia vivida es tremendamente personal para todos ellos y para ellos se queda. Así lo explica en Vanitatis una persona que coincidió con Caritina Goyanes en su retiro de Emaús. Lo que sí nos ha asegurado sobre la hija de Cari Lapique es que "era única. Una mujer que lo dio todo en su vida, pero en los retiros se veía claramente su esencia. Se arremangaba y era una más: entregada, generosa, divertida… Su capacidad de trabajo y de organización eran excepcionales. En cada paso demostraba que tenía una fe ejemplar e inspiradora. Compartir con ella unos días era una motivación más para asistir. Allí daba clara muestra de su personalidad, de su gracia, su bondad y su carácter luchador, de su perfeccionismo... Era muy especial".

También Enrique Ruiz nos aclara por qué no se detalla lo que se vive en Emaús: "Corre el rumor de que hay mucho secretismo en sobre lo que ocurre en Emaús. Nada más lejos de la realidad. No hay ningún tipo de secreto, simplemente, por respeto, guardamos confidencialidad a lo que la gente comparte. Es una mera cuestión de respeto, que todo el mundo que ha compartido esa experiencia entiende".

Caritina llegó a afirmar que recomendaría Emaús "a todo el mundo". Añadió que "es un punto de inflexión en la vida de todo el mundo. Deja su semilla en todo el mundo. No conozco a nadie que diga que no le ha servido para nada".