Así era 'Mi Gitana', la casa que compartieron Julián Muñoz e Isabel Pantoja: 3.500 metros cuadrados, tres plantas y un estudio de grabación

Ubicada en la lujosa urbanización de La Pera, en Puerto Banús, ‘Mi Gitana’ se convirtió en uno de los emblemas de Marbella, siendo partícipe del amor de Isabel Pantoja y Julián Muñoz durante los seis años que duró su romance.

La mansión, de unos 700 metros cuadrados, estaba construida sobre una superficie total de 3.500. Pero el idilio pronto se acabaría. El 19 de julio de 2006, Julián Muñoz entra en prisión debido a la Operación Malaya y los pagos de la hipoteca del inmueble dejan de hacerse en 2007 debido a los serios problemas económicos que estaban viviendo.

En 2004, el Banco Santander había concedido una cuantía de 3,3 millones de euros para que la tonadillera pudiera adquirir la vivienda. Todo ello se hizo a favor de Panriver, una sociedad controlada por Isabel Pantoja y en la que la cantante aparecía como garante de la operación. Aunque intentaron venderla en 2005 a través de la inmobiliaria de Kristina Seckelli, por el doble de lo que la habían comprado (ya que la pareja quería retirarse a Cantora, tal y como confesó Julián Muñoz en su momento); no fue hasta diez años después cuando finalmente fue adquirida por un misterioso empresario británico del que no trascendió su nombre.

Alejandro de Luna, en calidad de representante del empresario, afirmaba a Vanitatis que no había procedimientos ilegales en la operación de compra. Las dudas llegaban después de que la empresa Gran Fashion Banús S.L., con la que se hacía la transacción, fuera creada tan solo una semana antes.

“Cuando el actual propietario del inmueble compró la casa, no sabía ni siquiera de quién era ni en qué condiciones estaba. La compró porque le gusta Marbella. […] Vio que se encontraba en una urbanización muy tranquila, privada y con bastante seguridad y eso le hizo decidirse. También el precio. La ha comprado con la intención de demolerla y aún no sabe si hará una o dos casas para habitarla o bien para fines empresariales”, narró a Vanitatis de Luna, en 2016.

Según contaba ‘Jaleos’ tras demoler lo que había, el comprador optó por edificar palacetes de lujo a través de la empresa Constructora Alquimia. Un terreno que ahora ya cuenta otra historia muy diferente.

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Así era 'Mi Gitana'

Con vistas al mar, la casa tenía dos plantas y un sótano. La planta principal contaba con un vestíbulo, un gran salón-comedor y la cocina. Además, tenía dos habitaciones familiares y una para el servicio, todas con baño propio. En la planta de arriba había otros dos dormitorios con terraza propia, más grandes que los de la planta inferior, y un vestidor espacioso.

El sótano, por su parte, también tenía tres habitaciones con aseos en cada uno. Por otro lado, en la zona exterior había una piscina de 120 metros cuadrados, un cenador, un garaje (donde cabían hasta cuatro automóviles) y una barbacoa. Asimismo, la vivienda había sido dotada de un estudio de grabación y tenía dos salidas a la calle.