El look más ecléctico y sorprendente de Teresa Urquijo: boho-chic, sport y urbanita, todo en uno

El Rastrillo de Nuevo Futuro ha vuelto a abrir sus puertas en la icónica Galería de Cristal del Palacio de Cibeles de Madrid, consolidándose una vez más como una cita ineludible para la alta sociedad y los círculos más influyentes. Este evento benéfico, creado en 1968 por Carmen Herrero de Garralda y siempre ligado a la figura de la infanta Pilar, ha reunido a destacadas personalidades, pero una figura discreta ha llamado especialmente la atención: Teresa Urquijo.

Casada desde hace menos de un año con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha demostrado una vez más que la elegancia no está reñida con la sencillez. Con naturalidad y humildad, Urquijo se mezcló entre los asistentes y colaboradores, dedicándose de lleno a la causa solidaria que promueve Nuevo Futuro. Su actitud desprovista de pretensiones reafirma su carácter reservado y su intención de mantenerse alejada de los focos, a pesar del creciente interés que su matrimonio ha despertado en la esfera pública.

Su participación no solo ha dejado claro su compromiso, también su capacidad para destacar con un estilo único y sorprendente. Fiel a su forma de vestir, acudió al emblemático evento benéfico celebrando su esencia: mezcla de funcionalidad y moda. Teresa ha optado por un look versátil que no pasó desapercibido, pues ha combinado varios estilos en el mismo atuendo. La pieza central de su atuendo fue un abrigo largo reversible en gris y naranja neón, un guiño moderno y arriesgado que rompió con la paleta de colores típica de otoño.

Ha acompañado esta prenda con unas zapatillas deportivas en rosa palo y calcetines bicolor en tonos azul a rayas, que añadieron un toque casual y desenfadado. Pero el verdadero protagonista de su conjunto fue el bolso. Se trata de un diseño bohemio de Campomaggi, confeccionado en piel de alta calidad y valorado en 455 euros. Este accesorio, adornado con abalorios de estilo envejecido, logró el equilibrio perfecto entre la sofisticación y un aire artesanal que no pasó desapercibido entre los asistentes.

Teresa ha demostrado que sabe adaptarse a las circunstancias. Al quitarse el abrigo ha desvelado un look mucho más working. Llevaba una camisa ajustada en color klein, que contrastaba elegantemente con unos vaqueros pitillo en azul marino y un cinturón metalizado que añadía un sutil toque de glamour. Este cambio en su vestimenta reflejó su capacidad para moverse entre la comodidad y la elegancia según el momento lo requiriera. Pero el detalle más llamativo ha sido las vendas que llevaba en algunos dedos, señal de su dedicación en las tareas del evento.

Durante su jornada, Teresa coincidió con Simoneta Gómez-Acebo, cuya presencia marcó el sábado pasado uno de los momentos más emotivos del evento. Gómez-Acebo, que ha vivido recientemente la pérdida de sus hermanos Fernando y Juan, mostró su fortaleza al participar activamente en el encuentro. La prima del Rey protagonizó un cariñoso reencuentro con su sobrino Nicolás y su excuñada, Nadia Halamandari.

El evento ha contado con la asistencia de figuras destacadas como la reina Sofía y la infanta Elena. Desde que contrajo matrimonio con Almeida, la pareja se ha convertido en una referencia dentro de la crónica social. Con apariciones públicas puntuales y siempre medidas, ambos han sabido equilibrar su creciente protagonismo mediático con un estilo sobrio y comprometido.