"Fui una niña maltratada, infeliz, abusada y solitaria. Me sentía prisionera porque me sentía culpable de contárselo a mi familia. De hecho, creo que hoy lo van a saber todos", comienza Guillén diciendo. Además, añade que, desde pequeña, sufría episodios de ansiedad debido a que había personas de su propia familia que le estaban haciendo daño, confesando que sufrió abusos sexuales por parte de un familiar: su tío, el hermano del nuevo marido de su madre.
Gabriela Guillén, durante la gala. (Gtres)
Gabriela se emociona al hablar de que no sabía qué hacer ante esta situación: “Es muy duro estar sola y no poder contar, no poder gritar al mundo porque quizás no te entienden”. Toda esta situación le afectó en su vida adulta y en sus relaciones, llegando a sentir repulsión ante las relaciones íntimas con su primera pareja. Además, Guillén aclara que pudo contárselo a su madre a los 12 años, lo que le permitió liberarse de esa culpa.
La esteticista continúa explicando que, de mayor, volvió a ver a esa persona que le arruinó la vida. “Fue en Paraguay, no quería volver. Pisar allí es recordar. A ese sitio no voy porque sé que está él. Está mi abuelo, pero no voy porque no le quiero ver. Es terrible cómo una persona que ha hecho tantísimo daño esté libre”, se lamenta visiblemente emocionada.
Gabriela Guillén, junto a El Turronero. (Gtres)
Guillén confiesa que, además, durante este periodo tan duro, sufrió bullying en el colegio, lo que le provocó querer quitarse la vida en varias ocasiones: “Llegué del cole, cogí un cuchillo de la cocina. Me encerré en el baño. Mi hermana pequeña tuvo que saltar la ventana para entrar. Fue muy doloroso. Desde entonces no tenía ganas de vivir y lo intenté tres veces y aquí estoy”.
Bertín Osborne reaparece tras su acuerdo con Gabriela Guillén. (Gtres)
La relación entre ambos es nula, y afirma que se ha dejado comer la cabeza por gente de su entorno. Además, termina diciendo: "Mi hijo se parece mucho a Bertín. Yo le voy a educar para que sepa respetar a las mujeres... bueno, a todo el mundo".