La desgarradora despedida de Ana Cristina Portillo tras la muerte de un ser querido: "Qué vacío tan grande nos dejas"

Ana Cristina Portillo ha roto su silencio tras cinco días para dedicarle un desgarrador mensaje de despedida a una de sus personas más queridas: Belén Domínguez, la joven sevillana que, a sus 31 años, se convirtió en un símbolo de esperanza y fortaleza frente al cáncer.

La influencer falleció el pasado 26 de abril en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, tras casi un año con un agresivo tumor medular. Su historia conmovió a miles de personas, incluidos nombres conocidos como Lucía Pombo, Alaska y Mario Vaquerizo, o Alejandro Sanz, a quien logró conocer antes de morir.

La despedida de Portillo ha sido pública y profundamente emotiva. En sus redes sociales ha compartido una carta abierta que es, en realidad, un testimonio de amor y aprendizaje: “Ay, Belén… qué vacío tan grande nos has dejado en el corazón! Cómo nos has enseñado a ser valientes. A luchar, a agradecer lo cotidiano”. Con estas palabras, recuerda la entereza con la que Belén afrontó los peores momentos. "Siempre has tenido esa capacidad de llenárnoslo de alegría", sigue.

El vínculo entre ambas iba más allá de la amistad. La diseñadora confiesa cómo convirtió uno de los atardeceres favoritos de Belén en un estampado para su proyecto textil. “Hacer tu atardecer en el mar para que lo pudieras ver cada día en la habitación del hospital ha sido un regalo para mí. Ese atardecer ahora es una tela y siempre estarás en ella”. Un homenaje cargado de simbolismo que materializa la presencia eterna de Belén en su vida y en su trabajo.

En el mensaje, Portillo también rememora momentos compartidos durante la adolescencia, como aquel verano en el que, al suspender para septiembre, la fallecida le envió una larguísima lista de ideas para no aburrirse. “Parece una tontería, pero con esos detalles demostrabas la persona que eras: siempre pendiente de los demás”. Incluso en el hospital, Belén seguía preocupándose por quienes la rodeaban, manteniendo intacto su buen humor y esa capacidad única de hacer reír hasta en los días más grises.

Y es que ellas se conocían desde la infancia, cuando compartían colegio. La despedida fue íntima, en el Cementerio de San Fernando, rodeada de los suyos, entre ellos la periodista Marta Barroso, Lucía Pombo y una desolada Portillo, que no quiso dejar solos a su pareja y familia. “Gracias por inspirarme, por retarme, por confiar en mí y animarme”, escribe. “Quiero que estés aquí con nosotros, que nos hagas reír… Pero sonrío. Porque también me alegra saber que te has despedido de ese dolor para siempre”.

Junto a sus palabras, ha compartido imágenes y vídeos que condensan la esencia de su amiga: risas compartidas, momentos de manualidades durante su rehabilitación, e incluso escenas de fiesta cantando a pleno pulmón 'Everytime We Touch', de Cascada. Fragmentos de vida que ahora se convierten en legado emocional de una joven que se ganó el cariño de todo un país con su sonrisa y su luz.