Emma García, presentadora: “Aitor, mi marido, es el que está más pendiente, pero procuro que también desconecte”
Tras un mes del estreno de la nueva temporada, la donostiarra se sincera sobre cómo ha logrado equilibrar su vida personal y profesional, sin perder el éxito televisivo que la ha acompañado durante tantos años
Emma García continúa en en su programa 'Fiesta' cada fin de semana. (Gtres)
Emma García es la cara visible del programa ‘Fiesta’, que presenta durante cinco horas con éxito los fines de semana y los festivos en Mediaset desde hace tres años. Llegaba de ‘Viva la vida’ y antes de ‘Mujeres, hombres y viceversa’, donde pasó diez años. Un programa con defensores y detractores, donde tuvo que ejercitar en ocasiones su papel conciliador. Su trayectoria es una auténtica carrera de fondo desde que dejó la televisión vasca (ETB) el 11 de febrero de 2002, una fecha que recuerda como una de las más importantes de su calendario profesional. Desde siempre soñó con ser periodista y llegó a cubrir conflictos como reportera durante la guerra de Bosnia.
Fuera de las cámaras, su familia representa su estabilidad, mientras que San Sebastián, sus raíces, es el lugar al que regresa siempre que puede. Con el tiempo aprendió a desconectar durante las vacaciones, aunque no fue fácil; no todo fueron momentos felices. Hubo etapas en las que llegaba a casa llorando por ciertas actuaciones ajenas que nunca logró comprender. Pese a ello, hoy se siente muy orgullosa de su equipo, al que cuida y protege, y mantiene la ilusión de que algún día podrá entrevistar a la reina Letizia.
Emma García, aunque echa de menos su Donosti natal, adora Madrid. (Gtres)
PREGUNTA. ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
RESPUESTA. Tengo la posibilidad de mejorar y evolucionar siempre, aunque esté en el mismo programa porque cada día y cada momento es diferente. Es lo más bonito y me da mucha vida.
P. ¿Sabes desconectar?
R. He aprendido y no te creas que es fácil. He tenido que currármelo mucho. Antes, cuando me iba de vacaciones, seguía conectada al programa. No porque no confiara en los que estaban, sino porque, al ser una cosa tan mía, pues estaba pendiente. Decidí que tenía que volver de vacaciones con la mente clara y fresca. Y ahora lo hago de una manera radical. No veo la tele y me ha venido muy bien. Soy muy burra cuando tomo decisiones.
P. ¿Y entonces, si anuncian que se acaba el mundo, no te enteras?
R. No, ¡qué va! Escucho alguna emisora y leo la prensa, pero no estoy pendiente de la tele. Cuando vuelvo, la semana de antes me pongo al día de lo que ha pasado en el programa. Eso sí, escucho la radio, que me gusta mucho.
P. ¿Tu familia qué te dice de tu trabajo?
R. A estas alturas ya no me dicen nada. Ya están acostumbrados, pasan de mí. Y mi madre solo me pregunta: “¿Pero tú estás bien?”. Es lo que ha hecho siempre mi madre: preocuparse por cómo estoy. ¿Y mi hija? Pues como está acostumbrada al trabajo que tengo, no le da mucha importancia. Ella está en sus cosas. Y Aitor es el que está más pendiente, pero procuro que también desconecte.
P. ¿Siempre quisiste ser periodista?
R. Sí, lo tenía clarísimo. Me llamaba la atención la aventura, el hablar con un montón de gente y escuchar sus historias. De hecho, quería ser reportera de guerra.
Emma García en 2002. (Gtres)
P. Es lo que quieren la mayoría de los estudiantes de periodismo: cubrir conflictos.
R. Yo lo fui. Trabaje de becaria en la agencia OTR y surgió un viaje con la Cruz Roja a Bosnia. Una experiencia muy complicada, pero muy interesante. Necesitaban en la redacción que alguien fuera. Y, como no quería ir nadie, yo, que era becaria, dije que sí.
P. ¿Qué queda de aquella profesional que presentó en 1997 ‘Te damos la tarde’?
R. Los rizos se me han ido quitando y cada vez lo tengo más liso, pero mantengo las mismas ganas de probarme a mí misma, de trabajar y de ilusionarme. En estos años me he abierto más porque era un poco introvertida y cauta. En el mundo de la tele descubres a gente muy buena y a gente que no lo es tanto, y aprendí a protegerme. Estaba con un escudo que ni me convenía ni era bueno.
P. En el colegio eras tímida, ¿te hicieron bullying?
R. Nada de nada. Yo era introvertida, pero no tímida. Fui delegada de curso y era a la que venían a preguntar las cosas.
P. ¿El entretenimiento es quizá lo más difícil de hacer en TV?
R. Tiene muchas aristas y en ‘Fiesta’ entra de todo: actualidad, gastronomía, política, música… Tenemos la suerte de abarcar muchos asuntos. Antes eran solo temas de corazón y ahora no. Y, además, hay programas que parecen solo de política y meten cada poco esas historias de personajes de sociedad.
P. Hay colegas que consideran estos programas de segunda. En cambio, se mueren por ser colaboradores.
R. Hemos vivido ese mirar por encima del hombro hasta que por fin entran en un programa de entretenimiento y se encuentran tan a gusto que se quieren quedar. Nunca he tenido complejos para tratar ningún tema y lo hago con la misma pasión y la misma profesionalidad.
Emma García, Mercedes Milá o Raquel Sánchez Silva en el 25 aniversario de Telecinco. (Gtres)
P. ¿Hay quien te ha dicho que ‘no’ a una entrevista?
R. Normalmente no soy yo la que pide las entrevistas en el programa. Y, si tuviera que hacerlo, pues lo hago. Se han pedido entrevistas al rey Felipe, a la reina Letizia, y confío, algún día, en conseguirlo.
P. ¿Cómo fue tu llegada a Telecinco?
R. ¡Madre mía, qué locura! Estaba en un programa de ETB, ‘Esta es mi gente’, que funcionaba muy bien. Me llamaron para decirme que me querían hacer un casting y se enteró toda la redacción antes que yo. Según estaba en el aeropuerto de vuelta, me llamaron y me dijeron que me habían seleccionado. Hice mi programa en directo y, a los quince días, llegué a Madrid. Fue el 11 de febrero de 2002, una fecha que tengo muy marcada.
P. Decían que eras la niña bonita de Vasile.
R. Eso lo han dicho otros y no sé por qué. Y un día se lo dije: “Oye, están diciendo esto”. Y la realidad es que Vasile tenía muchos niños y niñas bonitas porque cuidaba mucho a su gente. Era así con todos: con Ana Rosa, con Jorge, con María Teresa Campos. Yo soy una curranta, sin tonterías.
P. ¿Seguís manteniendo contacto?
R. Muy de vez en cuando. Le tengo mucho cariño.
P. Hubo una época en que no lo pasaste bien. Estabas en medio de varios egos.
R. Fueron varias temporadas y una especialmente. Y tengo que decir que lloré mucho, y eso que no soy de lágrima fácil. Lo pasé mal porque no lo comprendía, y sobre todo que no llevaba tanto tiempo como para despertar envidias, pero me sirvió de aprendizaje y me dije: “Yo sé lo que nunca voy a hacer a nadie”.
P. ¿Has tenido dudas de seguir manteniendo el puesto de trabajo aunque no fuera tu línea?
R. Nunca. Lo que he hecho en mis programas es mi línea, mi manera de ser, mis valores. Y da igual el programa que presente porque no voy a traspasar ciertos límites, ya que no admito las faltas de respeto.
P. La frase “Estoy en crisis” no parece que vaya contigo.
R. Para tener seguridad hay que pasar momentos de crisis. Y, cuando me ha pasado, mi refugio es mi familia, porque es donde voy a encontrar la verdad. Procuro no cargarme la mochila. Necesito dormir bien, y para eso hay que eliminarlo durante el día. No siempre llego, pero lo intento.
P. Tienes una buena imagen. Pocos odiadores en las redes sociales.
R. Los tengo, pero me da igual. Los años sirven para que me resbale, y si tengo que bloquear por insultos y falta de respeto, lo hago.
P. Háblame de los viceversos (Hombres, mujeres y viceversa). Los defiendes a muerte.
R. Los quiero muchísimo. Fueron diez años maravillosos. Era un programa muy criticado cuando realmente fue un éxito que todo el mundo veía. Para mí era una manera de ver la vida desde esos veinte años que tenían los colaboradores. Lo que se veía eran las peleas y las tonterías de esas edades. He tenido muchas charlas con ellos y había cosas muy bonitas. Y cuando hacían cosas mal, yo era la primera que les echaba la bronca.
Emma García como presentadora de 'MHYV'. (Gtres)
P. Es curioso porque era mucho más liberal que otros programas que se consideran más abiertos. Se hablaba de sexo, de rupturas, de infidelidades.
R. Y detrás había también muchos dramas, malos tratos, familias desestructuradas y también temas bonitos, tiernos.
P. De un día para otro te dicen: “Dejas a tus chicos y chicas, que vas a ‘Viva la vida’, que lo presentaba Toñi Moreno, y viene otra”.
R. Era un viernes. Me llamaron y me dijeron que me querían en otro programa, que era ‘Viva la vida’. Era lo que menos me esperaba. Que contestara el lunes, y no me hizo falta que pasara el fin de semana. Mi respuesta fue: “Yo estoy aquí para trabajar”. Toñi (Moreno) se llevó también un disgusto. Las dos hicimos nuestro duelo.
P. No eres de muchas salidas, salvo a los estrenos.
R. ¡Qué va! Ahora estoy a tope. La vida cambia. Mi hija está estudiando fuera y ahora tengo mucho más tiempo. Antes nunca me he perdido ni una comida ni una cena con mi hija.
P. Tu hija ya es mayor de edad. ¿Se parece a ti? Me refiero a su manera de actuar.
R. Nos parecemos mucho en el carácter. Es muy aventurera, independiente y con su pronto.
P. Eres mujer de raíces. ¿Notas que ya estás en tu tierra por el olor?
R. Sobre todo por el color. Llegar y ver todo tan verde. Y por el mar. La vuelta por la playa me da la vida, pero estoy tan arraigada a Madrid. Es una ciudad que acoge a todo el mundo. Ya llevo veinticinco años. Me vine recién casada y Aitor se quedó en San Sebastián un tiempo, hasta que tomó la decisión de venirse. Y así fue.
P. En tu programa eres conciliadora. ¿Tiene que ver con ser la hermana del medio, la que menos caso se hace?
R. Pues tienes razón. Creo que todo se puede hablar. Soy la balanza entre mi hermana mayor y la pequeña, con la que me llevo ocho años. Cuando nació, me sentí muy feliz.
P. ¿Qué dos preguntas le harías a la reina Letizia?
R. Si se ha arrepentido y cuál ha sido su peor momento.
P. ¿Y a doña Sofía?
R. Si ha sido feliz alguna vez y si se ha sentido querida por el Rey.
P. ¿Y a Urdangarin?
R. Si se considera un pringado, como le ha definido el juez Castro, instructor del caso Nóos.
P. Y por último, ¿por qué hace tanto frío en tu plató?
R. Es muy grande, con muchos focos, y está a una temperatura para que no se duerma nadie. Y yo estoy cinco horas con los focazos. Y voy a decir una cosa más: es que soy del norte.
Emma García es la cara visible del programa ‘Fiesta’, que presenta durante cinco horas con éxito los fines de semana y los festivos en Mediaset desde hace tres años. Llegaba de ‘Viva la vida’ y antes de ‘Mujeres, hombres y viceversa’, donde pasó diez años. Un programa con defensores y detractores, donde tuvo que ejercitar en ocasiones su papel conciliador. Su trayectoria es una auténtica carrera de fondo desde que dejó la televisión vasca (ETB) el 11 de febrero de 2002, una fecha que recuerda como una de las más importantes de su calendario profesional. Desde siempre soñó con ser periodista y llegó a cubrir conflictos como reportera durante la guerra de Bosnia.