La tragedia de Blanca Cuesta, mujer de Borja Thyssen: muere su hermano Rafael a los 56 años

Blanca Cuesta y su familia están viviendo una gran tragedia: su hermano Rafael ha fallecido a la edad de 56 años tras padecer una larga enfermedad. La noticia ha sobrecogido al círculo de amigos y conocidos tanto de los padres como de Blanca y sus hermanos. Según hemos sabido, en los últimos meses la situación era muy dura para todos, con un seguimiento constante de la evolución desde que se detectó la enfermedad.

El suegro de Borja Thyssen, Miguel Cuesta, es doctor en Medicina y trabajó hasta su jubilación en el Hospital Mútua de Terrassa como cirujano torácico. La madre del fallecido, Heidi Unkhoff, ha desarrollado su labor como enfermera durante toda su vida. Como aseguran a Vanitatis desde el entorno familiar, eran conscientes del desarrollo que tendría la enfermedad. Para ellos —y ese era el doble drama— no había paños calientes. “Lo peor es ver sufrir a un hijo cuando ya no hay futuro vital y la ciencia médica ya no puede hacer nada”, nos dicen, refiriéndose a este caso.

Heidi Unkhoff ha querido dar las gracias a todas las personas que les han transmitido su apoyo en estos momentos tan difíciles. Ella misma nos contaba cómo se encontraban: “Agradezco las palabras de ánimo. Las necesitamos porque es muy duro. Es irracional ver morir a un hijo”. Como explicaba la madre de Blanca, y al ser una familia creyente, esperaban reencontrarse con él en el cielo.

Blanca Cuesta y sus hermanos han sido siempre una familia muy unida, que nunca ha querido inmiscuirse en los problemas de Borja Thyssen y su madre. El año pasado, en febrero, hubo una celebración muy especial en la que estuvieron todos los hijos, nietos, sobrinos y amigos. El doctor Miguel Cuesta cumplía cien años en plenas facultades mentales y físicas. Todas las Navidades las pasaban juntos, y Borja, Blanca y sus cinco hijos se unían a las celebraciones en Barcelona.

Durante algunos años fueron los padres quienes se trasladaban hasta Gstaad (Suiza), donde el hijo de Tita Cervera tiene un apartamento doble que adquirió en 2022. Tuvieron que hacer reformas, y hasta dos años después no estuvo listo para recibir a los Cuesta Unkhoff. Este año, las fiestas serán más tristes, pero como nos trasladaban, “siempre estará entre nosotros”.