Un picoteo saludable con estos crackers de avena hechos con descartes de masa madre
Hacer los snacks en casa permite controlar qué ingredientes llevan y tener otra opción aparte de los productos de supermercado
Los snacks comerciales son una opción rápida para apañar el complemento a una comida o para untar en salsas. Muchas veces los consumidores no se paran a leer los ingredientes de estos productos, que suelen ser altos en grasas saturadas, tienen mucha sal o mucha azúcar u otros endulzantes. Pero hay una manera de hacerlos en casa y por lo menos controlar lo que llevan y asegurarse de que son más nutritivos que los que se pueden encontrar en un supermercado. Por ejemplo, los crackers de avena se pueden hacer con descartes de masa madre.
Estos crackers son una solución perfecta para aprovechar los excedentes de esta elaboración que normalmente se desechan cuando se alimenta o refresca este fermento natural. Lo mejor de esta receta es que se puede preparar con la masa madre recién alimentada o incluso después de varios días de reposo en la nevera, ya sea burbujeante y activa o un poco más dormida. Se utiliza una masa madre al 100 % de hidratación, lo que significa que ha sido alimentada con la misma cantidad de agua que de harina, ya sea blanca o integral.
La receta que se sigue es cortesía de Elaine Boddy, una experta en masa madre, y que incita a experimentar con diferentes combinaciones de semillas y especias para personalizar los crackers al gusto de cada uno. La elaboración es sorprendentemente sencilla y, si se cuenta con un robot de cocina, el esfuerzo se reduce prácticamente a estirar la masa con un rodillo y cortar los crackers en la forma deseada.
Estos son los ingredientes para 25 unidades
- 100 g de masa madre alimentada recientemente o descartes (100 % de hidratación)
- 50 g de copos de avena finos
- 40 g de mezcla de semillas (lino, chía, amapola, sésamo, mostaza, alcaravea...)
- 25 g de agua
- 30 ml de aceite de oliva virgen extra
- 7.5 ml de miel o sirope vegetal (media cucharada)
- 50 g de harina de fuerza
- 2 g de sal
Así se preparan los crackers
Para empezar, se mezcla la masa madre con los copos de avena y el agua en un recipiente mediano, formando una pasta espesa. Esta mezcla se deja reposar entre dos y tres horas, tiempo durante el cual debería mostrar algo de actividad, como la aparición de burbujas. Si no se observa ningún cambio, es recomendable dejarla reposar un poco más en un lugar cálido.
A continuación, se integran todos los ingredientes restantes y se trabaja la mezcla hasta obtener una masa homogénea. Esta se forma en un disco o una bola, que se cubre de nuevo y se deja reposar por 30 minutos. Mientras tanto, se precalienta el horno a 180 ºC con aire o 200 ºC con calor arriba y abajo, y se prepara una bandeja con papel antiadherente.
La masa se estira con un rodillo hasta alcanzar un grosor de aproximadamente 2 mm para asegurar que los crackers queden bien crujientes. Si la masa se pega, se pueden utilizar láminas de papel antiadherente o espolvorear un poco de harina. Luego, se recortan las porciones en la forma deseada y se colocan en la bandeja. Cada pieza se pincha con un tenedor enharinado o humedecido para evitar que se hinchen durante el horneado, que dura entre 13 y 15 minutos, hasta que los crackers estén dorados pero no demasiado tostados.
Estos crackers, si se almacenan en un recipiente hermético y en un lugar fresco, pueden mantenerse crujientes durante varios días, incluso hasta un par de semanas. Por lo tanto, duplicar las cantidades de la receta es una excelente idea para asegurarse de tener siempre a mano un snack saludable. Son perfectos para tomar entre horas, llevar de excursión o al trabajo, y también son ideales para acompañar un aperitivo con una cerveza o vermut. Además, combinan a la perfección con salsas y untables como el hummus.
Los snacks comerciales son una opción rápida para apañar el complemento a una comida o para untar en salsas. Muchas veces los consumidores no se paran a leer los ingredientes de estos productos, que suelen ser altos en grasas saturadas, tienen mucha sal o mucha azúcar u otros endulzantes. Pero hay una manera de hacerlos en casa y por lo menos controlar lo que llevan y asegurarse de que son más nutritivos que los que se pueden encontrar en un supermercado. Por ejemplo, los crackers de avena se pueden hacer con descartes de masa madre.