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Mónica Pont declara la guerra legal a su ex marido
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Mónica Pont declara la guerra legal a su ex marido

La actriz Mónica Pont fue una de las invitadas de lujo que acudió a la fiesta de presentación de una nueva clínica de medicina y estética

Foto: Mónica Pont declara la guerra legal a su ex marido
Mónica Pont declara la guerra legal a su ex marido

La actriz Mónica Pont fue una de las invitadas de lujo que acudió a la fiesta de presentación de una nueva clínica de medicina y estética dental (Smylife) que, aunque lleva funcionando un tiempo, ha sido ahora cuando sus dueños, la doctora Marisa Nufrío y el empresario José Alvarez han querido presentarla en sociedad.

El centro médico se encuentra en la calle Ortega y Gasset de Madrid, muy cerca de la tienda de Felipe Varela, el gurú textil de la princesa Letizia. La noche de la gala inaugural circuló el rumor de que la nuera real era una de las pacientes del centro médico y que aquí fue donde la asesoraron en el tema brackets. Aunque finalmente la tratarían en la fundación Jiménez Díaz.

Como era de esperar, y dada la profesionalidad de la gente que trabaja en la clínica, el silencio fue lo único que se pudo obtener como respuesta. Fue el run run del encuentro social igual que la próxima boda de Toñi Salazar con su novio Roberto Liaño. Después de una ruptura sonada, las aguas volvieron a su cauce y el reencuentro acabará en un “sí quiero” el 14 de julio. El otro asunto de la noche fue la declaración de guerra legal de Mónica Pont a su ex marido, Javier Sagrera, del que se divorció en el 2007 y con el que tiene un hijo, que acaba de cumplir cinco años.

La actriz tomó la decisión de dejar Madrid, su profesión y su ambiente para formar su propia familia. Aparentemente, eran un matrimonio feliz. Vivían en una preciosa masía, propiedad de la familia del marido en Torroella de Montgrí en el Ampurdán.

La  ruptura conyugal se convirtió en una cadena de desencuentros que duran hasta hoy. Se dictó una sentencia de custodia compartida del pequeño que ahora Mónica Pont quiere que se  modifique en beneficio del menor. El niño cambia de hogar familiar cada semana y además el miércoles debe obligatoriamente estar con la madre. No recibe ninguna pensión compensatoria que tampoco pidió creyendo que podría volver a su vida laboral. “Esa decisión judicial me obliga a no poder moverme de aquí. Los trabajos que puedo aceptar tienen que durar tres días como máximo porque la semana que mi hijo está con su padre el miércoles me lo entrega para después volver a llevárselo. Una locura, y por eso voy a pedir una modificación por el bien de mi hijo y por mí. A pesar de lo que se ha dicho, nadie me mantiene. Siempre he vivido de mi trabajo. Mi error fue que cuando se plantearon las medidas provisionales yo dije que me iría a vivir a Madrid y en la sentencia figura que yo me lo llevaba al extranjero. Es una verdadera tragedia”.

Mónica, que ha puesto el caso en manos de un eminente abogado madrileño, está dispuesta a todo -legalmente, por supuesto- para que la Justicia sea justa o al menos funcione con sentido común. Aparte de este drama familiar, Mónica Pont continúa su noviazgo con el empresario Dimas Soler-Roig, su apoyo moral y emocional.

Otros invitados que compartieron brindis con los anteriores fueron Ángela y Micky Molina, Silvia Tortosa, Natalia Álvarez, que se ha estrenado como relaciones públicas de Instimet, Beatriz Sanz, Macarena Muñoz-Cariñena, hija del entrañable y añorado doctor Cariñena asesinado por ETA, Belinda Washington Miriam Díaz Aroca, que de nuevo son cuñadas, Rosa Rivero, Daniel San Martín, Lola Sopeña,  Silvia Polakov, Teresa Bueyes, los Vivancos, Fernando Candela, Verónica Hidalgo, María José Besora, María Jesús Ruiz, Susana Wolls, Isaac Álvarez, Antonio Velazquez, Antonio Tejerina, Carmen Duerto... Como siempre, perfectamente organizado por Marilé Zaera y su agencia de comunicación MZ. (Ver álbum)

La actriz Mónica Pont fue una de las invitadas de lujo que acudió a la fiesta de presentación de una nueva clínica de medicina y estética dental (Smylife) que, aunque lleva funcionando un tiempo, ha sido ahora cuando sus dueños, la doctora Marisa Nufrío y el empresario José Alvarez han querido presentarla en sociedad.