Telma Ortiz, de los suburbios de Filipinas a los palacetes de Pedralbes

El espíritu solidario de Telma Ortiz y su entrega a los demás siempre fue motivo de alabanza por parte de su padre, Jesús Ortiz, que se enorgullecía de la dedicación de su hija a los más desfavorecidos. La hermana de la princesa de Asturias desarrolló su carrera profesional de la mano de Cruz Roja entre el Congo, Cabo Verde, Venezuela, el sudeste asiático y los suburbios de Filipinas, donde trabajó en la Oficina Técnica de Cooperación de la AECI de Manila.

Por eso, las fotografías publicadas por Vanitatis en las que Telma Ortiz visita junto a su hija Amanda un palacete de la urbanización de Pedralbes, a las afueras de Barcelona, ha sorprendido a muchos. No solo porque Telma parece haber olvidado esa vida modesta y solidaria de la que tanto se vanagloriaba su padre sino porque, a primera vista, muchos se preguntan si su sueldo como funcionaria en el Ayuntamiento de Barcelona podría hacer frente a los cuatro millones de euros que cuesta la mansión más sencilla de la zona.

Telma Ortiz llegó al Consistorio con polémica hace dos años y medio. Fue contratada como subdirectora de Proyectos del Departamento de Relaciones Internacionales con un salario anual de 54.958,68 euros, lo que se corresponde a 2.809 euros netos al mes. Una paga que, sin embargo, ha sido reducida recientemente, al igual que la de numerosos funcionarios, como medida de austeridad por el presidente de la Generalitat, Artur Mas.

A primera vista, esta remuneración, pese a ser exagerada para un sueldo de funcionario, no sería suficiente para costear una mansión en Pedralbes, donde se venden casas que oscilan entre el millón y los diez millones de euros. 

Su ‘macrodemanda’ a los medios

Pese al exagerado sueldo que cobra del ayuntamiento, al que accedió sin ningún tipo de oposición, Telma Ortiz ha tenido que enfrentarse a un gran desembolso de dinero tras perder la macrodemanda ante más de cincuenta medios de comunicación, de los que se sentía “acosada”, según argumentó. Aunque aún le faltan algunos pagos que realizar, la sanción total que habría tenido que pagar estaría cerca de los 30.000 euros, incluyendo las costas.

A este dispendio, se le acumula otra deuda. Una diseñadora catalana le acusa de no haber pagado un vestido y unos stilettos que lució en una de las fiestas previas a la boda de la princesa Letizia y cuya factura asciende a 3.000 euros. "Se hace la huidiza. No hay manera de contactar con ella. Lo intenté en el Ayuntamiento de Barcelona pero me dicen que está de vacaciones y no contesta a ninguno de los mensajes que le he dejado ni a través de la página web de la que dispone”, confesó la modista a Vanitatis hace dos meses.

Si finalmente se realizase la mudanza de la hermana de la princesa Letizia a la zona de Pedralbes, Telma se convertiría en vecina del tenor José Carreras, del futbolista David Villa, de Borja Thyssen, y también de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin donde compraron una mansión de seis millones de euros en esta exclusiva urbanización. Un ambiente donde Telma seguro que no pensó que viviría mientras prestaba su ayuda a los desfavorecidos de las zonas menos desarrolladas del mundo.