Jaime del Burgo, el marido de Telma Ortiz, se mete a productor de cine

Jaime del Burgo, el marido de Telma Ortiz, quiere dar un nuevo giro a sus actividades profesionales. Después de crear con 23 años un entradamado de industrias relacionadas con la prefabricación de edificios, que despegaron con la burbuja inmobiliaria, y de desarrollar negocios relacionados con el diseño robótico, el empresario navarro se encuentra produciendo una película titulada Thief in the night, traducida como El ladrón en la noche, un filme en el que lleva trabajando los últimos años y que pronto verá la luz, tal y como ha podido saber Vanitatis. 

Aunque todos los detalles de producción de esta nueva película siguen siendo un misterio, Del Burgo, aprovechando su traslado a Nueva York con Telma Ortiz y su hija Amanda, estaría interesado en que la New York Film Academy, una reconocida escuela de cine y actuación de Manhattan, colaborara en el nuevo proyecto. 

Sin embargo, no es la primera vez que Jaime del Burgo se aventura en la producción cinematográfica. Hace unos años, el empresario ya se puso al frente de otro proyecto que finalmente no obtuvo el éxito esperado y tuvo que ser cancelado cuando estaba en la fase de preproducción. Se trataba de I Believe, una película en la línea de La pasión de Cristo, de Mel Gibson, que quería dar una nueva visión de las últimas horas de Jesús. 

Este proyecto, con destacados tintes religiosos, no consiguió la financiación ni el apoyo necesario en España y finalmente no salió adelante. De hecho, los planes de producción estaban tan avanzados que Jaime del Burgo ya había iniciado el marketing online, diseñando una página web para la película que tuvo que eliminar cuando se dio cuenta de que finalmente la película no se rodaría. 

La producción de esta nueva película, Thief in the night, la compatibilizará con el lanzamiento en modo Beta de un fondo de inversión, Jedifund, con el objetivo de convertirlo en un banco depositario online. Todos estos motivos empresariales serían los que habrían ocasionado su traslado a Nueva York, y con él, el de la hermana de la princesa de Asturias.