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Letizia, por boca de María Teresa Campos: "A veces ser princesa es una gran y soberana putada"
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Letizia, por boca de María Teresa Campos: "A veces ser princesa es una gran y soberana putada"

Doña Letizia escribe desde 2004, cuando aceptó convertirse en princesa de Asturias, el reportaje que jamás podrá publicar. Suerte que existe María Teresa Campos. La periodista

Foto: Letizia, por boca de María Teresa Campos: "A veces ser princesa es una gran y soberana putada"
Letizia, por boca de María Teresa Campos: "A veces ser princesa es una gran y soberana putada"

Doña Letizia escribe desde 2004, cuando aceptó convertirse en princesa de Asturias, el reportaje que jamás podrá publicar. Suerte que existe María Teresa Campos. La periodista le ha echado imaginación, se ha hecho pasar por esposa del príncipe Felipe y ha escrito lo que diría la mujer del heredero a la Corona española si pudiera hablar. Princesa Letizia (Editorial Planeta) revela pensamientos polémicos, pero también contradictorios. El tono de éste es bastante comedido, poco contestatario, aunque de repente María Teresa sorprende con alguna frase como: “A veces ser princesa es una gran y soberana putada”. Casa Real no ha censurado ni una línea. “No somos cortesanos”, se defiende Campos en conversación con Vanitatis. Sin duda alguna, esta nueva incursión en el mundo editorial de la otrora reina de las mañanas dará mucho que hablar.

El libro, escrito con “respeto, afecto y apelando a su sentido del humor”, no tiene desperdicio, aunque a veces cueste discernir quién es realmente la persona que habla: si es doña Letizia o María Teresa Campos. O si lo hacen las dos a la vez. “No soy portavoz de nadie. No he hablado con la princesa para elaborar este libro. Ha sido un ejercicio de imaginar lo que opina sobre todo lo que ha pasado en su vida durante los últimos años”. A pesar de que Campos lo aclara por activa y por pasiva, resulta curioso y reseñable que todo sea producto de su ingenio y que doña Letizia no haya tenido arte ni parte en el que es el sexto trabajo editorial de Campos. Ni tan siquiera presencia en off the record. “Es imaginación pura y dura. Hablé una vez por teléfono que fuimos a comer a Zarzuela y no nos pudo atender porque acababa de dar a luz y recientemente en la entrega de unos premios. Todo de forma breve”.

Y así, “con grandes dosis de osadía y valentía”, María Teresa, ya en la piel de la que será, si se cumplen las previsiones, reina de España, aborda esas cosas que Letizia “sabe, piensa y siente, pero que no puede, ni debe verbalizar”.  Como por ejemplo, además del hecho de ser princesa, su relación el resto de miembros de la Familia Real.  “Lo mejor de mi suegro es que es muy campechano (…) De mis cuñadas no me quejo, aunque siempre he tenido la sensación de que me tenían celos por llevarme a su hermano (…) Con Elena las cosas no son fáciles (…) Siempre me ha mirado un poco por encima, pero ha aceptado lo inevitable (…) Con Cristina las cosas se han enfriado. Al principio todo iba bien, pero después pasó lo que pasó y…”, cuenta Campos, el alter ego de la princesa de Asturias.

Otra de las cuestiones más susceptibles es la idea sobre el divorcio de la que fuera periodista estrella de TVE, que también aborda Campos. “Incluso en la familia de mi marido la que más y la que menos sabe lo que es un divorcio. Hasta alguna que no lo sabe en el fondo es si como, sin querer saberlo, ya lo estuviera (…) Desde que entré por aquella puerta de La Zarzuela nadie podrá echarme en cara ningún escándalo. Otras, en cambio, tienen mucho que callar (...) Por mi pasado nadie me va a sentar en el banquillo. No sé si llegaré a sentarme en el trono, pero en el banquillo no. Ni por mi pasado ni por haber sucumbido a las más viles tentaciones… ¡Qué malo es el dinero! Me explico… ¿no?”. O su elevada autoexigencia. “Antes de que me examinen los demás, ya me he hecho yo mi propia evaluación. No soy nada autocomplaciente. Siempre creo que tendría que haberlo hecho mejor”.

Su relación con el príncipe también tiene su espacio en el libro. “Felipe encontró en mí algo que desconocía: la realidad (…). Mi marido es un hombre brillante, un hombre perfecto; tanto que algunos de sus primos lo llaman Bond (…) A mí me gusta más creer que su grado de perfección es similar al de un soneto de Borges”. Y, entre otros epígrafes, su idea de la monarquía. “Nosotros somos lo más estable que tiene el país, y los mejores representantes. Algunos dicen que somos los perfectos relaciones públicas. A mí esto último no me gusta, porque lo que intentan de esa manera es restarnos importancia”.

Campos y el anuncio del compromiso

Hace nueve años, la Casa del Rey anunciaba el compromiso matrimonial del príncipe de Asturias con Letizia Ortiz Rocasolano, por entonces una conocida periodista de orígenes asturianos de TVE. El anuncio oficial tuvo lugar el 1 de noviembre de 2003 por la noche. En cambio, esa misma mañana María Teresa Campos, al frente de Día a Día, había recibido una llamada de “una de las personas más serias y mejor relacionadas que conozco” confirmando la noticia. Ella no se atrevió y fue su hija Terelu, en el programa que conducía en Telemadrid, quien daba una noticia en clave de adivinanza. “El príncipe Felipe tiene novia. Se va a anunciar hoy. Es periodista y tiene nombre de magdalenas”. Y de aquellos barros, estos lodos.

Doña Letizia escribe desde 2004, cuando aceptó convertirse en princesa de Asturias, el reportaje que jamás podrá publicar. Suerte que existe María Teresa Campos. La periodista le ha echado imaginación, se ha hecho pasar por esposa del príncipe Felipe y ha escrito lo que diría la mujer del heredero a la Corona española si pudiera hablar. Princesa Letizia (Editorial Planeta) revela pensamientos polémicos, pero también contradictorios. El tono de éste es bastante comedido, poco contestatario, aunque de repente María Teresa sorprende con alguna frase como: “A veces ser princesa es una gran y soberana putada”. Casa Real no ha censurado ni una línea. “No somos cortesanos”, se defiende Campos en conversación con Vanitatis. Sin duda alguna, esta nueva incursión en el mundo editorial de la otrora reina de las mañanas dará mucho que hablar.

María Teresa Campos