Alicia Koplowitz se hace visible para arropar a sus amigos en la Bolsa de Madrid

Alicia Koplowitz no hace vida social más allá de su presencia en actos institucionales, recepciones de gala que presiden los Reyes o asistencia a entregas de premios que tengan que ver con la fundación que lleva su nombre, dedicada a impulsar la psiquiatría infantil. Es una especialidad no reconocida en España y de ahí el interés de la empresaria de fomentar el estudio con becas y hacer realidad una materia fundamental para estabilizar el desarrollo infantil. En este caso, su actividad no sólo es pública sino que se hace visible para hacer entrega de las becas, las cuales este año ascienden a 1,7 millones de euros.

Por eso resultó llamativo que Alicia Koplowitz se dejara ver en un acto multitudinario como fue la presentación del libro Comunicación Financiera: transparencia y confianza escrito por el equipo Estudio y Comunicación que preside Lalo Azcona. Tuvo como padrinos a Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), a Javier Cuesta (Correo) y al presidente de la Bolsa, Antonio Zoido, aunque, sin quererlo, la marquesa de Bellavista se llevó parte del protagonismo.

En esta ocasión, el motivo no era otro que apoyar al periodista y su empresa, que además se encarga de velar, cuidar, fomentar y gestionar las actividades públicas y privadas de Alicia Koplowitz. La empresaria y financiera estuvo escoltada por su hijo Alberto Cortina, también involucrado en los proyectos sociales y familiares, y que se ha convertido en el mejor acompañante para su madre. De esa manera, la gran dama de los negocios se evita moscones que no son exclusivos de las fiestas de sociedad.

Alicia, igual que su hermana Esther, que se casó de nuevo con el marqués de Cubas en el 2003 y del que se divorció hace cuatro años, huye de la popularidad mediática. También cuando se trata de temas económicos o empresariales. Como siempre procura pasar desapercibida, pero su presencia es casi como un faro. Allá donde ella estaba, grupo que se formaba. Estuvo arropada en todo momento por Lalo Azcona y por el presidente de su sociedad de inversiones Omega capital, Óscar Fanjul.

El acto se celebró en el salón de los pasos perdidos de la Bolsa de Madrid, en la plaza de la Lealtad, donde se dieron cita el poder empresarial, financiero y mediático. Una vez terminado el evento, hubo un cóctel donde los invitados departieron sobre temas relacionados con el mundo de las finanzas, aunque también los había más frívolos que prefirieron hablar sobre la Copa de Confederaciones, la ausencia de nombres relevantes en la boda de la hija de Isidro Fainé, presidente de la Caixa, e incluso las peripecias de Isabel Pantoja. También hubo su reparto de críticas para la actuación de algunos miembros del Gobierno, el escándalo de los ERE andaluces o los sobres que, con tanta pulcritud, anotaba y repartía Bárcenas.

Entre los invitados de Estudio y Comunicación se pudo ver a Soledad Becerril, José María Álvarez del Manzano, Petra Mateos, Mónica Ridruejo, Pablo Cavero, Jorge Cosmen (ALSA), Manuel Polanco (Prisa), César Gallo (Repsol), Sebastián Abella (Linklaters), Antonio de Enterría (Sagardoy), Juan Miguel Goenechea (Uria), Rafael Suárez de Lezo, José Luis González Besada (Iberdrola), Pablo Malumbres, Nacho Moliner (BBVA), Aurelio Medel (Santander), entre otros muchos. Y periodistas económicos como Carlos Rodríguez Braun, José Antonio Navas, Miguel Ángel Noceda, José Maniel González Huesa, Pilar Lladó y Garbiñe Plazas, las caras eficaces de Estudio y Comunicación, entre otros muchos.