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La Reina Sofía, gran ausente en la Gala Concordia de Marbella
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La Reina Sofía, gran ausente en la Gala Concordia de Marbella

Las galas en Marbella han cambiado de color. Ni el rosa ni el amarillo, más bien se llevan las tonalidades no definidas. La XVIII edicición de

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La Reina Sofía, gran ausente en la Gala Concordia de Marbella

Las galas en Marbella han cambiado de color. Ni el rosa ni el amarillo, más bien se llevan las tonalidades no definidas. La XVIII edicición de la Gala Concordia, cuya Presidenta de Honor es la Reina Doña Sofía, se celebró en la ciudad de la Costa del Sol sin su presencia. Su prima, la princesa María Luisa de Prusia no sabe como pedírselo ya. Quizá este año no era el mejor para ella por varias razones. La primera,  por la  temática ‘Gran Gatsby’ y, la segunda, por los abucheos que está recibiendo la esposa del Rey

“Es terrible”, dice su prima a Vanitatis. “Ella está sufriendo mucho. Sofía lo único que ha hecho siempre es velar por España y ser una Reina con mayúsculas ¿Por qué le hacen esto? No entiendo porqué se ataca tanto a la Familia Real. Tal vez la culpa sea de Cataluña. Ellos son los que están creando estas revueltas contra ellos”. La prima de la Reina consiguió reunir en la gala a más de 280 asistentes que realizaron un donativo de 300 euros cada uno para ayudar a los enfermos del Sida.

Además, este año Concordia tuvo el apoyo de la firma internacional Tiffany&Co, una ayuda que contribuye a financiar los gastos que tiene el Centro de Día de San Pedro Alcántara, que presta servicio a enfermos y familiares. En el evento se echaron de menos caras como la del conocido Mark Rich, fallecido hace unos meses o la de Tita Cervera, que anunció su presencia y luego no acudió a la ceremonia. Pero aun así, la Villa del Mar del  Marbella Club se empapó del misterio del mito diseñado por Scott Fitzgerald, aquel en el que Jay Gatsby se inventa a sí mismo. Muchos de los personajes, incluso sin disfraz interpretaron a la perfección este papel, en una Marbella que languidece como la propia Daisy Buchanan.

La abuela Gunilla

En toda fiesta marbellí que se precie, Gunilla y Luis Ortiz no pueden faltar. “Desde que somos abuelos, vamos a menos fiestas”, bromea Gunilla. “Mi nieto está precioso y vive en Estados Unidos. Lo cierto es que tenemos muchas ganas de verlo”.  Para el evento solidario, la musa marbellí eligió un traje que tiene medio siglo: “El vestido que llevo tiene cincuenta años. Era de mi madre”. En la gala colaboró el Museo Automovilístico de Málaga con la exposición de coches de época y una colección de vestidos vintage.

Todos posaron y la foto mas celebrada fue la de Gunilla emulando un viejo tango. En ese mismo momento, pasaba por allí Rappel con su tinte “demodé”. Sin embargo, todos los ojos estaban puestos en la valquiria con identidad de hierro. Durante la noche, se celebró la tradicional rifa con regalos donados por firmas muy exclusivas, entre las que se encontraba la de Nuria March, que también apoyó la gala.

Con esta recaudación, todos los presentes colaboran con los fines y objetivos de Concordia, con sus programas y proyectos, a la labor de prevención y difusión de la enfermedad del Sida. Al final de la noche la Villa del Mar del Marbella Club se despedía. A partir de ahora, pocos eventos podrán celebrarse en este espectacular lugar durante esta temporada. La que fue la casa de veraneo del príncipe Alfonso de Hohenlohe se llena de vasos de Vodka y rublos relucientes, ya que un magnate ruso la ha alquilado por un precio que en tiempo de crisis está prohibido citar.

De los bogavantes a los boquerones

Y, siguiendo con las tonalidades no definidas, llegó la cita bastión del verano marbellí. Se trata de la XXX Cena de Gala de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Este evento, que hace unos años era la “gala de las galas”, se celebró en los Jardines del Club Aloha Golf, que sólo podían cobijar a unas 150 personas a 150 euros, lo cual hizo que para muchos pareciese más una verbena de pueblo que un sarao de postín.

Sólo la salvó el gran maestro de la cocina Santiago Domínguez, que llevó al coctail los dos tradicionales jamones de pata negra que él mismo corta. El restaurador comentó a Vanitatis que “lo cierto es que en Marbella hay una crisis tremenda digan lo que digan. Los que antes venían a mi restaurante pidiendo bogavante ahora piden boquerones y todo el sector hotelero está sufriendo lo mismo”.

La edición contó con la participación de la cantante María José Santiago, que presento su espectáculo 'Cantinero' junto al cantante, pianista y compositor Arturo Pareja Obregón. José Manuel Soto la ayudó en la subasta y en las canciones. Como ya es tradicional, la gala contó con el Cofre de Joyas de ‘Gómez y Molina’, así como otros regalos que han donado distintas firmas de Marbella.

No hubo, sin embargo, asistentes conocidos. La que más, la ex cuñada de Gunilla, Sandra Bismark, que espera estos días la sentencia del caso en el que esta imputada.

Lo único que tuvieron en común los dos eventos solidarios es que la alcaldesa de la ciudad, Ángeles Muñoz, asistió a ambos eventos. En estas fechas, la edil solía cambiar Marbella por Suecia. En cierta ocasión, hasta invitó a Rajoy a navegar en su yate por los mares del norte. Esta vez, las aguas revueltas de su partido le obligan a ponerse el tocado y hasta el chaleco salvavidas. 

Las galas en Marbella han cambiado de color. Ni el rosa ni el amarillo, más bien se llevan las tonalidades no definidas. La XVIII edicición de la Gala Concordia, cuya Presidenta de Honor es la Reina Doña Sofía, se celebró en la ciudad de la Costa del Sol sin su presencia. Su prima, la princesa María Luisa de Prusia no sabe como pedírselo ya. Quizá este año no era el mejor para ella por varias razones. La primera,  por la  temática ‘Gran Gatsby’ y, la segunda, por los abucheos que está recibiendo la esposa del Rey

Fundación Reina Sofía Marbella