Pilar Urbano responde a Zarzuela: "A ellos les sobran altavoces y yo no sirvo al poder"

La respuesta por parte del gabinete de comunicación de Zarzuela al libro de la periodista Pilar Urbano La gran desmemoria. Lo que Suárez olvidó y el rey prefiere no recordar se produjo de manera casi inmediata tras la rueda de prensa de presentación de la obra celebrada este jueves en Madrid. Durante el acto, la protagonista de la jornada aseguró que no daría réplicas por anticipado a las posibles críticas o consecuencias de su libro, “porque sucedió lo mismo con su libro La Reina, muy de cerca: que amagaron y sólo desmintieron en privado”. Esta vez sí que hubo un comunicado oficial por parte de Casa Real y muy duro, negando los datos que ofrecía la autora con una fase contundente: “Es pura ficción imposible de creer”.

La cosa no quedo ahí y a la reivindicación de la honorabilidad del Rey se sumaron nueve nombres de la Transición que habían vivido en primera persona los acontecimientos que describe Urbano y que mandaron también un comunicado. Se trataba de la declaración por escrito de seis ministros, el secretario personal y cuñado de Suárez, dos militares y, de rebote, el primogénito Adolfo Suárez Illana, que también quiso mostrar su descontento. Todos ellos coincidían en calificar el libro de libelo. En uno de los párrafos los firmantes explicaban que “o la persona que ha escrito el libro ha perdido definitivamente el oremus, escribiendouna novela-ficción más que un libro de rigurosa investigación histórica, o es utilizada con inexplicables fines”.

Urbano no ha se ha quedado callada y asegura a Vanitatis que “a Zarzuela le sobran altavoces y lo que hace falta es información que sirva al público, no al “gran poder”. Por ahora la escritora prefiere mantenerse en un perfil bajo: “No quiero polemizar, que el lector lea el libro y juzgue. Yo no trabajo ni escribo para los poderes, sino para el lector de hoy y de mañana, portando monedas de verdad a la banca de la Historia”.

“¿Mis armas? Las verdades demostradas”

Urbano ya tiene antecedentes de las descalificaciones que se han hecho a algunos de sus anteriores libros y por eso dice que “mi tarea ha terminado, ahora le toca al lector”. Al preguntar si tiene intención de tomar alguna decisión para contrarrestar los ataques, se muestra contundente: “¿Mis armas? Las verdades demostradas que contiene mi libro”.

La autora ha continuado con la hoja de ruta marcada por Plantea, editorial de La gran desmemoria, con entrevistas y firma de libros por toda España. Primero Madrid y después el resto, donde seguirá insistiendo en el “yo estuve allí y, por lo tanto, puedo volver al lugar del crimen para contarlo. Y he tardado tanto en decirlo porque me faltaban piezas.Es un libro duro, fuerte y que yo escribo, pero que no suscribo. Y a quien le moleste la verdad es porque le gusta la mentira. Esto es una investigación con una documentación que cualquiera que tenga interés puede acceder a ella", aseguraba en su defensa a Vanitatis.