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Visitar Liria es más difícil que cenar en el Celler de Can Roca
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Visitar Liria es más difícil que cenar en el Celler de Can Roca

La lista de espera para conocer el palacio madrileño de la duquesa de Alba es de dos años, mucho más de los once meses para cenar en el mejor restaurante de España

Foto: Fachada del Palacio de Liria (Montaje de Vanitatis)
Fachada del Palacio de Liria (Montaje de Vanitatis)

Las dificultades para encontrar a algún español de a pie que haya visitado Liria son muchas. El palacio madrileño de la familia Alba forma parte de los monumentos de la Fundación Casa de Alba. Sin embargo, conocer las estancias de Liria parece más difícil que cenar en el mejor restaurante de España. Así lo ha comprobado Vanitatis

“Hay dos años de lista de espera”, confirman los encargados de gestionar las entradas a palacio en conversación telefónica con Vanitatis. Son ellos quienes explican que Liria se abre “todos los viernes por la mañana en tres turnos de unas 15 personas”. Es decir, 180 afortunados al mes pueden visitar la residencia de los últimos tres duques de Alba. Son afortunados porque, según reiteran, “la lista de espera asciende a dos años”.

A tenor de esos 24 meses, Vanitatis ha concluido que sería más fácil conseguir mesa en El Celler del Can Roca. El segundo mejor restaurante del mundo, primero de España, tiene una lista de espera de “once meses, el máximo permitido”. Según explican por teléfono, la primera fecha disponible para conseguir una mesa es el mes de marzo de 2016. “Lo mejor es meterse en la página web a las doce de la noche del 1 de abril, momento en que se abren las reservas”, explican por teléfono. Después, se selecciona el día que se desea cenar. Eso sí, desde El Celler confirman que si se espera hasta el día 2 de abril, “es posible que ya no se encuentre mesa”.

Costosos trámites para visitas gratuitas

Quien prefiera visitar Liria gratis en lugar de desembolsar cerca de 200 euros por cenar en El Cellerdebe rellenar un formularioonlineo mandar un fax. “Meses después se pondrán en contacto con la persona para que elija el viernes de un determinado mes que le tocaría”, explican. Esta joya arquitectónica, en la que se han alojado desde la Reina Victoria Eugenia hasta Ortega y Gasset o Audrey Hepburn, y donde Cayetana de Alba contrajo matrimonio con Jesús Aguirre, forma parte de la Fundación Casa de Alba, por lo que están obligados a enseñarlo. Sin embargo, los pocos días de visita y los reducidos grupos permitidos hacenimposible planificar un viernes en Liria.

Pero la familia Alba no está cometiendo ninguna irregularidad, simplemente se ajustan a los mínimos establecidos por la Ley de Patrimonio Histórico en el artículo 13.2: “Los propietarios (…) están obligados a permitir su visita pública (…) al menos cuatro días al mes, en días y horas previamente señalados”. Sin embargo, cuatro meses al año está cerrado por descanso del personal.

Como edificio acogido a la Ley de Patrimonio Histórico, antes la duquesa de Alba y ahora su hijo mayor, Carlos Huéscar, deben abrirlo al público. A cambio, según lo dispuesto en el artículo 72.2 de la ley, el palacio queda “exento de todo tributo”.

Acogerse a esa ley supone a los Alba un ahorro de unos 120.000 euros anuales. Liria, con una superficie según el catastro de 27.145 metros cuadrados, no paga el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).

Cuando en el año 2011 el Pazo de Meirás abrió al público, muchos fueron los que criticaron los pocos días que se podía visitar. Al igual que Liria, el palacio gallego de los Franco se puede ver todos los viernes del año, a excepción de agosto, en cuatro turnos de 15 personas. Es decir, 240 personas al mes. Sin embargo, parece que la demanda no es tanta como en Liria. En conversación telefónica con la central de reservas aseguran a Vanitatis que “no habría ningún problema para visitarlo algún viernes de mayo”.

Carlos Huéscar, próximo duque de Alba, tiene intención de habilitar el Palacio de las Dueñas, de Sevilla, para las visitas. Aunque el proyecto de habilitación del domicilio hispalense para abrirlo al públicodurará unos años, si los grupos son igual de reducidos que los de Liria, verlo será complicadísimo. De momento, la casa sevillana donde falleció la duquesa de Alba no forma parte de la fundación.

Las dificultades para encontrar a algún español de a pie que haya visitado Liria son muchas. El palacio madrileño de la familia Alba forma parte de los monumentos de la Fundación Casa de Alba. Sin embargo, conocer las estancias de Liria parece más difícil que cenar en el mejor restaurante de España. Así lo ha comprobado Vanitatis

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