Es noticia
Menú
La duquesa del Parque se casa rodeada de Grandes de España
  1. Noticias
su hermana cruzó el estrecho a nado ese día

La duquesa del Parque se casa rodeada de Grandes de España

No hubo presencia de ningún miembro de la Familia Real en la boda de María Rosa Osorio Malcampo, duquesa del Parque y marquesa de San Rafael, con el empresario Bruno González-Barros Caruncho

No hubo presencia de ningún miembro de la Familia Real en la boda de María Rosa Osorio Malcampo, duquesa del Parque y marquesa de San Rafael, con el empresario Bruno González-Barros Caruncho, dueño de la cadena de ropa de hombre Knack Men. Esa ausencia en el enlace de este viernes estaba justificada porque, en realidad, la relación directa con los Borbón fue del difunto duque de Alburquerque, que durante años ostentó la jefatura de la Casa de Don Juan. María Rosa y su hermana Cristina son hijas del segundo matrimonio del aristócrata, que se casó con Cristina Malcampo, duquesa de San Lorenzo de Valhermosa. Aunque las niñas Osorio fueron al Rosales, el mismo colegio que el Rey Felipe, la diferencia de edad entre ellos es tan grande queno existió tampoco ese nexo de unión. María Rosa, a la que llaman cariñosamente Roti, sí que comunicó al Rey, en su día, la fecha de su boda. Esta es una costumbre que siguen los integrantes de la diputación de la Grandeza, que consiste en pedir una especie de venia real. En realidad es más un gesto protocolario que una obligación. La propia duquesa de Alba lo hizo cuando se casó con Alfonso Díez.

Pese a todo, sí que hubo una representación colateral relacionada con el palacio de la Zarzuela. Una, la de la princesa Luisa Orleans Braganza, que viajó desde Sevilla, ciudad donde vive, a Madrid para estar junto a su amiga. La otra fue la de Ana Luisa Zuleta, condesa de Sardoal e hija de José Manuel Zuleta, que fue jefe de la Secretaría del príncipe Felipe y ahora lo es de la Reina Letizia. A cualquier lugar al que acuda la consorte real lo hace acompañado de su hombre de confianza. Ana Luisa es amiga de la novia y de ahí su asistencia a un enlace en el que la mayoría de los invitados formaban parte de la diputación de la Grandeza. También se cumplió otra costumbre habitual entre los nobles: tras la consagración, el organista de la iglesia de la Encarnación tocó el himno nacional.

Una celebración entre amigos

Una vez que finalizó la boda religiosa, los novios y sus cuatrocientos invitados se trasladaron a la casa de unos amigos en la urbanización Prado Largo en Boadilla del Monte. Hubo un aperitivo y después la cena servida por el catering La Cococha. El menú consistió en áspic de carabineros, codornices rellenas de cebollitas, zanahorias con patatas paja y, de postre, ruso de café. Hubo baile nupcial siguiendo el protocolo. Primero, la novia bailó con su padrino de boda y después con su marido, Bruno Gónzalez- Barros Caruncho. Roti no se cambió de traje, tal y como hacen las famosas que venden su boda, y lució durante toda la noche el precioso diseño que le había realizado su cuñada, Mencía González-Barros.

Quien no pudo acudir a la boda fue la hermana de la novia, María Cristina Osorio y Malcampo. Una mujer valiente a la que, con tan solo 26 años, le diagnosticaron una esclerosis multiple. Ante el problema de salud, lo que hizo fue retar al destino. Durante un tiempo participó en pruebas hípicas de alta competición hasta que lo tuvo que dejar. Después, se entrenó como una especie de ironwoman y el día de la boda de su hermana superó otro reto: ser la primera persona con esclerósis múltiple que cruzaba el Estrecho de Gibraltar. La duquesa de San Lorenzo de Valhermoso (ese es uno de su títulos) es también la embajadora de una campaña singular de la fundación Khanimambo, a la que bautizó Tías y Tíos buenos. Tal y como contaba, “es una apuesta por el deporte y la educación integral en la que los auténticos 'tíos y tías buenas' salvan vida apadrinando niños”. Por supuesto, en la boda hubo brindis y recuerdos para la hermana valiente.

No hubo presencia de ningún miembro de la Familia Real en la boda de María Rosa Osorio Malcampo, duquesa del Parque y marquesa de San Rafael, con el empresario Bruno González-Barros Caruncho, dueño de la cadena de ropa de hombre Knack Men. Esa ausencia en el enlace de este viernes estaba justificada porque, en realidad, la relación directa con los Borbón fue del difunto duque de Alburquerque, que durante años ostentó la jefatura de la Casa de Don Juan. María Rosa y su hermana Cristina son hijas del segundo matrimonio del aristócrata, que se casó con Cristina Malcampo, duquesa de San Lorenzo de Valhermosa. Aunque las niñas Osorio fueron al Rosales, el mismo colegio que el Rey Felipe, la diferencia de edad entre ellos es tan grande queno existió tampoco ese nexo de unión. María Rosa, a la que llaman cariñosamente Roti, sí que comunicó al Rey, en su día, la fecha de su boda. Esta es una costumbre que siguen los integrantes de la diputación de la Grandeza, que consiste en pedir una especie de venia real. En realidad es más un gesto protocolario que una obligación. La propia duquesa de Alba lo hizo cuando se casó con Alfonso Díez.

El redactor recomienda