Juliana Awada, Mauricio Macri y la historia del beso que cambió la política argentina
Siete meses después del debate que le valió la presidencia a Mauricio Macri, salen a la luz los detalles del beso que le dio en el plató su esposa, su arma para vencer al rival
Probablemente el de este domingo fuera el discurso menos elocuente de Mariano Rajoy. La emoción desbordada que suponía haber conseguido 14 escaños más que el pasado 20 de diciembre hacía algo confusas sus palabras y convertía su salida al balcón en 'trending topic'. Sin embargo, el presidente también guardaba un as en la manga y supo dar un golpe de efecto. Entre tanto alboroto, dejó un momento que fue mucho más comentado que sus errores de sintaxis: el beso a Viri, su mujer. Aquel gesto marcó un antes y un después y recordó a otros célebres besos que ya forman parte de la historia de la política. Entre ellos, el de Juliana Awada y Mauricio Macri en el debate previo a las presidenciales que llevarían a Macri a gobernar Argentina. Aquel apasionado abrazo no solo corrió como la pólvora por las redes sociales y generó millones de visitas en Youtube, sino que además dicen que le dio la victoria a Macri.
Ahora, solo siete meses después de aquel debate, salen a la luz los secretos de aquel beso histórico. No fue espontáneo, que fue lo que se vendió, y tras la pasión de Juliana Awada se escondía una meditada estrategia de comunicación que su propio autor pasa a detallar en el libro 'Juliana', la biografía que el periodista Franco Lindner publica estos días sobre la primera dama argentina. Quien preparó minuciosamente esa escena que después se repetiría en bucle en todas las cadenas fue Jaime Durán, el principal consultor de PRO, el partido político de Macri. “Fue idea de ella y salió muy bien, pero, claro, lo preparamos un poco”, confiesa Durán a Lindner.
Según su testimonio, a pocos días de que se celebrase el debate contra Daniel Scioli, el equipo de Macri comenzó a pensar en el papel que podía tener Juliana en el plató. Durán había observado cómo ella acompañaba a su esposo a todos los ensayos del debate y creía que podía tener un peso importante en televisión. Awada convertía a Macri en un ser adorable, un esposo enamorado, un padre de familia quesi quería a los suyos, no podía ser mal tipo. “¿Qué te gustaría hacer al final del debate?”, se atrevió por fin a preguntar Durán a Juliana. “La verdad es que a mí me gustaría darle un beso a mi marido. Es lo que siento”, respondió ella. “Pues hazlo”, zanjó él.
La idea ya estaba en marcha, pero había que poner en práctica la estrategia que lo convertiría en un beso histórico. “Pueden ensayar en casa”, se relajaba pensando Durán. Y así fue. La pareja cumplió las órdenes establecidas y todo salió como estaba planeado. Juliana entraba por el lado derecho del escenario y lo hacía con tanta rapidez que cuando ella ya estaba junto a su marido, su opositora, Karina Rabolini, esposa de Scioli, apenas había subido las primeras escaleras. Aquella rapidez dio a Juliana el protagonismo que, sin embargo, no habría necesitado provocar. Fue directa a su marido, le agarró y le besó con tanta fuerza que pudo parecer hasta doloroso. En ese momento las cámaras y la audiencia se quedaron con ellos. Fue lo mejor del debate. “Fue un golpe de efecto. Ese beso apasionado al lado de la frialdad de Scioli y Karina Rabolini… Además, la cara de Scioli al verlo… Estaba totalmente desencajado”, cuenta Durán en el libro y añade: “Además, Karina se le acercó por el lado del brazo ortopédico a Scioli y ambos se abrazaron de forma torpe. Fue todo un desastre. Una prueba de que ese tipo de cosas no se pueden improvisar”.
La biografía de Juliana, editada por Planeta, también relata cómo Awada llegó a ser una de las primeras damas con más tirón mediático. Antes de que su esposo alcanzase la presidencia se estuvo preparando tanto como él. Tuvo un 'coach' personal que laayudó a soltarse ante la cámara y con los periodistas y también un logopeda que mejoró su dicción y su postura personal. “Fue la ganadora del debate”, coincidieron todos en decir de Awada tras su meditado beso a Macri.
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Probablemente el de este domingo fuera el discurso menos elocuente de Mariano Rajoy. La emoción desbordada que suponía haber conseguido 14 escaños más que el pasado 20 de diciembre hacía algo confusas sus palabras y convertía su salida al balcón en 'trending topic'. Sin embargo, el presidente también guardaba un as en la manga y supo dar un golpe de efecto. Entre tanto alboroto, dejó un momento que fue mucho más comentado que sus errores de sintaxis: el beso a Viri, su mujer. Aquel gesto marcó un antes y un después y recordó a otros célebres besos que ya forman parte de la historia de la política. Entre ellos, el de Juliana Awada y Mauricio Macri en el debate previo a las presidenciales que llevarían a Macri a gobernar Argentina. Aquel apasionado abrazo no solo corrió como la pólvora por las redes sociales y generó millones de visitas en Youtube, sino que además dicen que le dio la victoria a Macri.