Hay muchos factores que pueden ayudarnos a tomar la decisión de seleccionar la mejor época para celebrar nuestra boda. Si somos amantes de las celebraciones al aire libre, seguro que podemos dejar pasar las molestias de las altas temperaturas y celebrar una boda de verano, los amantes del frío incluso se habrán planteado organizar su enlace en invierno; o si las alergias no son un problema, una boda en primavera seguro que nos ha pasado por la mente. Sin embargo no son pocas las parejas que se plantean celebrar su enlace en otoño y lo cierto es que no nos sorprende.
Todas las bodas son especiales, pero aquellas celebradas en los meses de otoño cuentan con un ambiente especial, una luz diferente y una magia que las envuelve por completo, haciendo que la experiencia resulte única para los protagonistas. Muchas son las ventajas de celebrar una boda en esta época y, aunque no nos olvidamos de los inconvenientes, merece la pena que empecemos por destacar lo bueno de escogerla.
Pros y contras de las bodas de otoño. (Victoria Priessnitz para Unsplash)
Conviene señalar como algo positivo el ambiente que envuelve a esta época del año, es temporada de cambios, la naturaleza es de una belleza suprema y esto nos permite dejarnos envolver por sus colores amarillos, rojizos y anaranjados. Un ambiente que, solo con estos detalles, ya es mucho más romántico que lo que el hombre es capaz de diseñar y crear, dejando que sea la naturaleza la que nos seduzca.
Esto es también importante a la hora de las fotografías típicas de la boda, puesto que la luz adecuada puede hacer que estas sean mucho más bonitas de lo esperado; confía en el fotógrafo y deja que la dorada luz del otoño bañe tu boda. No todo puede ser bueno, conviene señalar que la luz es asombrosa, pero dispondremos de ella durante menos horas, porque anochece antes. Aprovecha para celebrar una boda de mañana.
Pros y contras de las bodas de otoño. (bantersnaps para Unsplash)
La temperatura es otro de los factores que juega a su favor, puesto que al celebrar una boda a partir de finales septiembre, estaremos evitando los meses más calurosos del año, pero también los más fríos que corresponden con los de invierno. Los invitados no pasarán calor y las novias podrán optar por diseños originales y diferentes, incluso luciendo las siempre elegantes mangas largas y que en los meses de estío son casi imposibles, por lo menos en determinados lugares.
Las temperaturas son más bajas, pero eso también entraña algunos riesgos porque nadie nos asegura que el tiempo se mantenga estable, de hecho un día soleado puede acabar en tormenta o viceversa. Esto hace que no sea mala idea tener un plan B, como tener disponible una zona cubierta si planeamos celebrar parte de la ceremonia en el exterior. Conseguir esto será más fácil en esta época, porque se suele considerar como temporada baja por lo que habrá más lugares disponibles y será más fácil encontrar el lugar más bonito, que se adapte a lo que necesitamos y en las fechas que queremos.
Pros y contras de las bodas de otoño. (Nathan Dumlao para Unsplash)
No solo eso, sino que escoger el otoño te ayudará a conseguir mejores precios en general, logrando ajustarte mejor a tu presupuesto y pudiendo llenar el enlace de pequeños detalles de los que en otra época tal vez habrías tenido que prescindir. La puesta en escena durante la celebración es clave, las flores, los objetos decorativos, los muebles… todo tiene que estar relacionado y el otoño nos regala elementos muy atractivos.
Como puedes observar, los máximos inconvenientes de una boda de otoño dependen del tiempo, nadie puede asegurarnos que no lloverá o que no hará frío, pero teniendo una buena planificación y una chaqueta o capa a mano, será mucho más sencillo de solucionar. Lo único que tendremos que hacer es disfrutar de los colores y la mágica luz de esta época del año, una de las más románticas.
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