La boda de Nuria en Madrid: del vestido de novia de Cortana a los zapatos de la marca española más perseguida
Nuria y Óscar celebraron una gran boda al final del verano en Madrid. Para su gran día, la novia se enamoró de un diseño de Cortana minimalista y de aires bohemios
La historia de amor de Nuria y Óscar comenzó como las de otras parejas, "nos presentaron una pareja de amigos en común. Ella es íntima amiga mía desde la infancia y él es amigo del trabajo de Óscar", cuenta la novia. Así, en 2021, tuvieron su primera cita. "Fue en febrero de 2021. Por la pandemia, había restricciones de hora y todo cerraba a las 22 horas de la noche, así que quedamos a tomar una copa a las 18 h. Desde el minuto uno congeniamos, seguimos quedando y hasta hoy".
Su noviazgo acabó con petición de mano. "Cuando Óscar me pidió matrimonio, llevábamos juntos casi tres años. Ocurrió en diciembre de 2023, ese día fuimos a cenar a un sitio muy especial para nosotros y después de cenar me lo pidió".
Meses después y tal y como manda la tradición, en casa de los padres de la novia, se produjo la pedida oficial, "fue una noche especial en que ambas familias se conocieron e intercambiamos los regalos", apunta Nuria.
Ella, de 33 años e investigadora doctora en derechos humanos en el Instituto de Migraciones de la Universidad Pontificia Comillas, y él, de 32 años, vicepresidente en el banco de inversión Arcano, estaban a punto de dar el paso más importante de sus vidas: contraer matrimonio. Nuria y Óscar, sin la ayuda de wedding planners, organizarían y planificarían cada detalle de su boda.
"Nos casamos el 31 de agosto en Madrid. La ceremonia religiosa en la Parroquia San Francisco de Borja y después lo celebramos en la finca La Gaivota, con el catering Isabel Maestre. Como Óscar es de fuera de Madrid y yo también tengo familia de fuera de España, concretamente del Líbano, el día anterior organizamos un cocktail en Casa Club".
Con la fecha y los enclaves elegidos, Nuria se dedicó a encontrar su vestido de novia. "No tenía una idea clara sobre cómo sería mi vestido y estaba bastante perdida, no sabía por dónde empezar". Cuando llegó a Cortana, se le disiparon todas esas dudas.
"Absolutamente, todo lo que hace Cortana me encanta. Así que no dudé de que fuese la primera (y única) tienda a la que fui para probarme vestidos", confiesa. Cortana, fundada en 2001 por Rosa Esteva, "surge con una visión clara: crear diseños atemporales de máxima calidad, comprometidos con la sostenibilidad y la producción local. Desde sus comienzos, la firma ofrece colecciones realizadas en pequeños talleres en Barcelona y Mallorca, preservando la tradición artesanal y minimizando el impacto ambiental. Inspirada en los paisajes y texturas de Mallorca, Cortana se distingue por un enfoque consciente y responsable, fusionando lo mejor de la artesanía y el diseño contemporáneo", se puede leer en la página web de la firma.
Al llegar al atelier que Cortana tiene en la calle Jorge Juan, 12, de Madrid, en pleno barrio de Salamanca, Nuria sintió un flechazo. "Me enamoré de una pieza de tul que finalmente llevé por encima del vestido. Me pareció una prenda con muchísimo estilo y original".
"Para encontrar el vestido, me ayudaron mi madre y el equipo de Cortana, que fueron las que me animaron a probarme el modelo Gala, ya que al principio estaba un poco indecisa. Al probarme ese diseño me encantó todo, el patrón, como me quedaba, la tela y lo bien que empastaba con el tul por encima. Así que no lo dudé y me decidí por él". Nuria habla del traje bautizado como Gala, "un vestido de novia realizado en satén de seda con tirantes finos, cortado al bies y entallado en la cadera. Cuenta con botones en diagonal en la espalda y godets en la falda", describen desde la firma
Un vestido satinado y un sobrevestido de tul, dos piezas para crear un look nupcial minimalista con aires bohemios. "Me encantaba la idea de poder quitarme el tul para el baile y quedarme solo con el vestido".
Un proceso, el de dar forma a su atuendo de novia, en el que Nuria estuvo acompañada por su madre y su tía, "fueron fundamentales", argumenta. Prueba a prueba, la madre de la novia, Jumana Trad, terminó escogió un diseño de la firma para vestir en la boda.
Con el vestido en marcha, el siguiente asunto que ocupó el tiempo de la novia fueron los zapatos. Al igual que la mayoría de novias e invitadas de boda, se decantó por un par de Flordeasoka. "Un diseño personalizado color eucalipto. Yo nunca llevo tacones, y cuando los llevo me canso enseguida, por eso quería unos zapatos cómodos y que pudiese volver a utilizar en el futuro. Fue un acierto elegir el modelo 'Philippa' de Flordeasoka: ¡aguanté toda la noche comodísima!"
"En el pelo llevaba un tocado de flores personalizado. Sabía que quería llevar un medio recogido, pero no conseguía encontrar nada que ponerme que me convenciese. Macarena Gros, quien me peinó y me maquilló, me dio el contacto de Loreto Fernández de Con tocados y a lo loco, y me enamoré al momento de todo lo que hace. ¡Es una artista! Me diseñó un tocado precioso de flores prensadas que iba a juego con el ramo. Me gustó tanto el trabajo de Loreto que decidí regalarles a mis tías unos ramos de flores prensadas similares al tocado".
Con el tocado definido, la investigadora se lanzó a por el ramo. "Fue de Marengo. Llevaba siguiendo el trabajo de Jimena desde hace tiempo, me encanta su estilo. Acertó totalmente en lo que quería: algo discreto con flores silvestres en tonos verdes y blancos. Además, les regalamos a nuestras madres dos ramos de Marengo".
Las joyas cierran el look nupcial de Nuria. "Como joyas llevé unos pendientes y un colgante que me regalaron la familia de Óscar en la pedida. Eran ideales, diseñados por Javier Gómez Zuloaga. Además, iban a juego con el anillo de pedida. Yo prefería no llevar muchas joyas y que fueran discretas, estas me encantaron. También llevé una pulsera de la familia de mi madre por cumplir con aquello del algo prestado".
"Óscar llevó un chaqué clásico con chaleco color crema hecho a medida de la sastrería Suitz, así como una corbata azul hecha a medida. Los zapatos eran de Carmina. También se puso el reloj que le regaló mi familia en la pedida", cuenta sobre el outfit del novio.
El día de la boda había llegado. "Macarena Gros me peinó y maquilló, Me encanta su estilo y acertó plenamente, me encantó cómo me dejó, ya que me veía muy natural, algo que era imprescindible para mí. Me arreglé en casa de mis padres, estaban ellos, mi hermano, mis tías, primas y vinieron algunas amigas. Me encantó estar rodeada de todos ellos. Fui con mi padre hasta la Iglesia en un coche Rolls-Royce de Coches Clásicos".
"La ceremonia en la iglesia nos emocionó muchísimo a los dos. Nos casaron tres curas jesuitas amigos nuestros, Abel, Beni y Ángel, y los tres hablaron en la homilía, que fue preciosa. Ángel comentó que no existe la boda perfecta, pero que sí existen las bodas (y matrimonios) reales, nos encantó esa idea para tomar como guía en nuestra vida matrimonial, y a mucha gente le emocionó". Como banda sonora de ese momento, el coro de Alborada.
Como marido y mujer y acompañados de sus familiares y amigos, cambiaron de ubicación para arrancar los festejos en la finca La Gaivota. "Nos encantaba desde hace tiempo. Nos parece que el jardín es espectacular y el invernadero donde se cena también. Durante el cocktail tocó un grupo de jazz, también de Alborada. Nos apetecía poner algo de música discreta de fondo, y pensamos que creó una atmósfera perfecta para el cocktail. Lo hicieron fenomenal".
Sobre la decoración, "queríamos un ambiente acorde a la época del año: final del verano. Por eso decidimos decorar todo con flores silvestres, con colores vivos propios de la época. De nuevo, elegimos a Marengo, nos parecían muy originales los arreglos que hace en cada mesa. Pusimos algunos centros de mesa altos, y otros más pequeños para cada mesa del comedor y en el cocktail".
Invitados y recién casados disfrutaron de un menú servido por el catering fue Isabel Maestre. "Hemos ido a varias bodas servidas por este catering, que no lo dudamos, ¡nos encanta todo! El aperitivo constó de varios platos variados como pastela de pichón, corte de foie gras, pimientos rellenos de cigala, entre otros, además de jamón Cinco Jotas, que siempre es un acierto. Después, en la cena comimos canelón cítrico de langostinos, solomillo Wellington deconstruido y de postre de pastela de crema y piñones y esfera de chocolate rellena de mango. Acompañamos la comida con vino blanco Mar de Frades, tinto Pago de Carraovejas y champán Veuve Clicquot. A los dos nos encanta comer y teníamos claro que los invitados tenían que disfrutar de buena gastronomía".
"Recuerdo que comimos fenomenal tanto en el cocktail como en la cena. Marta Cárdenas y su equipo del catering tuvieron el detallazo de preparar una mesa con platos típicos de la cocina libanesa para el cocktail que fue todo un éxito, ¡se terminó todo rapidísimo!".
"Estábamos felices de estar rodeados de tanta gente querida y creo que transmitimos toda esa felicidad a todo el mundo. La verdad es que absolutamente todo superó nuestras expectativas. Por suerte, todo salió fenomenal tal y como lo habíamos planeado y disfrutamos muchísimo. Desde la ceremonia en la iglesia, que preparamos con mucho cariño y dedicación, hasta el cocktail en La Gaivota y la cena después, servidos por el catering Isabel Maestre. La fiesta se alargó hasta las 5 de la mañana y no paramos de bailar", rememora la novia.
"Dejamos unas notitas de agradecimiento a cada invitado. Los sobres iban a juego con la invitación de boda, todo de Invitarte. Fue un trabajazo escribirlas todas una a una, pero eso nos ayudó a pensar qué es lo que nos une con cada uno de los invitados. A todo el mundo le hizo mucha ilusión el detalle y eso para nosotros es un recuerdo muy valioso".
Nuria y Oscar no abrieron el baile con el clásico vals. "Bailamos un tango recordando a mi abuela paterna. A mi abuela le encantaba el tango ya que su madre era argentina y desde niña, la recuerdo cantando en muchas ocasiones 'Volver' de Carlos Gardel. Me hacía ilusión bailar un tango en la boda y a Óscar le pareció bien, fue él el que eligió la version de 'Volver' de Julio Iglesias. Ninguno de los dos somos muy buenos bailarines, así que nos apuntamos a clases en una escuela que está debajo de nuestra casa, Dance Way. Pese a lo complicado del baile, nos prepararon la coreografía y nos enseñaron fenomenal. Disfrutamos y nos emocionamos en cada clase y especialmente el día de la boda. Nadie sabía lo que íbamos a bailar, así que para mi familia fue una bonita sorpresa que nos hizo tener presente a mi abuela".
Nos despedimos de la boda de Nuria con su consejo para futuras novias. "Cada detalle es importante y el hecho de preparar todo con mucho mimo y cariño, aunque sea complicado por la vorágine del día a día, hace que como novios se viva la boda de manera mucho más especial y además los invitados lo agradecen enormemente".
La historia de amor de Nuria y Óscar comenzó como las de otras parejas, "nos presentaron una pareja de amigos en común. Ella es íntima amiga mía desde la infancia y él es amigo del trabajo de Óscar", cuenta la novia. Así, en 2021, tuvieron su primera cita. "Fue en febrero de 2021. Por la pandemia, había restricciones de hora y todo cerraba a las 22 horas de la noche, así que quedamos a tomar una copa a las 18 h. Desde el minuto uno congeniamos, seguimos quedando y hasta hoy".
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