Cuál es la hora exacta para hacer ejercicio y adelgazar, según la ciencia

Cada vez hay más evidencias científicas que demuestran que, a la hora de adelgazar, no solo se trata de qué (y cuánto) comemos, y de hacer ejercicio físico. Factores como cuándo lo hacemos tienen más relevancia de lo que piensas: y hoy te lo vamos a demostrar.

Está claro que para perder peso tenemos que combinar ambos factores: dieta y ejercicio físico. Y la Organización Mundial de la Salud ha establecido hasta cuánto ejercicio es conveniente hacer para gozar de un buen estado de salud: en el caso de los adultos de entre 18 y 64 años, al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana (o bien, 75 minutos, la mitad, si se realiza una actividad física intensa).

Pero… ¿hay alguna diferencia, a la hora de perder peso, si tenemos en cuenta en qué momento hacemos ejercicio? Según un estudio publicado en la revista ‘Obesity’, sí: la mejor hora para hacer deporte sería la franja que está entre las 7 y las 9 de la mañana, que, como demuestra este estudio, está relacionada con un índice de masa corporal y un perímetro de cintura menores que en las personas que hacen ejercicio por la tarde o por la noche. El estudio, que tuvo en cuenta los datos de 5285 participantes a lo largo de tres años, demostró los resultados sin diferencia de género, edad, etnia, consumo de tóxicos como alcohol y tabaco o vida sedentaria.

Hacer ejercicio a primera hora de la mañana, antes de embarcarnos en la rutina y las obligaciones diarias, tiene numerosas ventajas a tener en cuenta. La primera, es una manera de despertar tanto el cuerpo como la mente y llenar ambas de energía, tras la descarga de adrenalina que supone hacer ejercicio físico.

Por otra parte, hacer ejercicio por la mañana quema más grasa, sobre todo, si lo hacemos en ayunas, ya que el organismo se ve obligado a quemar sus reservas de grasa para realizarlo. Además, también está comprobado que el ejercicio a horas tempranas ayuda a regular el ritmo circadiano y el ciclo de sueño y vigilia, pues favorece que el cuerpo esté despierto y alerta por la mañana, y cansado y más relajado por la noche.

Por último, aunque no menos importante, entrenar a primera hora evita que, a medida que va avanzando el día y las obligaciones se van acumulando, tomemos la decisión de dejarlo para otro momento. Es mejor cumplir nuestros objetivos de actividad física a primera hora y ya olvidarnos hasta el día siguiente.