Esta es la dieta para adelgazar después de las fiestas, pero sin tener efectos secundarios en tu salud

Durante las vacaciones de Navidad, los españoles engordamos una media de 3 kilos. Esto se debe a los excesos en las comidas, pero también a los cambios de rutinas, falta de descanso, consumo de bebidas alcohólicas o sedentarismo, entre otros muchos factores.

No hay que sentirse culpable y mucho menos recurrir a dietas milagro para volver a nuestro peso de noviembre en tiempo récord. Nunca hay que poner en riesgo la salud, aunque si el objetivo es volver a entrar en la ropa que usábamos antes de Navidad, tenemos que hacer pequeños cambios en la rutina, siguiendo las pautas de los expertos.

Lo primero que se aconseja es no subirse a la báscula en los primeros días después de las largas cenas de Navidad. Lo que está indica es solo un número, pero puede provocar problemas psicológicos. Además, la variación puede estar ligada con la retención de líquidos, por lo que para evitar obsesionarnos, mejor pesarnos en febrero.

Durante estas semanas, al igual que con el resto de propósitos de año nuevo que se olvidan según pasan los meses, intentaremos comer más 'sano'. Eso no es eliminar todo lo que nos gusta de nuestra dieta en unos días, sino que lo recomendable es mantener una dieta variada a lo largo del año y poco a poco volveremos a nuestro peso habitual.

Es importante comer de todo, desde hidratos de carbono hasta proteínas y grasas. De esta manera, el cuerpo se mantiene equilibrado y se evita el malestar digestivo. Es importante reducir los azúcares, ya que hemos tomado muchos durante las últimas semanas, así como el consumo de proteínas animales, pudiendo ser sustituidas por verduras o legumbres, utilizadas en menor medida en los platos de Navidad.

Además, se recomienda cenar pronto, sobre las 8 de la tarde, para mejorar la digestión y realizar un pequeño ayuno hasta primera hora de la mañana, de modo que no se pasa hambre, puesto que coincide con las horas del sueño. En las cenas es mejor apostar por productos con carga glucémica baja, como los cereales integrales o las verduras, ya que por la noche somos más resistentes a la insulina.

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Sara Castellanos

Además, es importante desayunar para tener energía durante el día, evitando atracones a media mañana y comenzando pronto el proceso digestivo. Este momento es el ideal para tomar un dulce, ya que se quemará a lo largo del día, siempre intentando no tomar ultraprocesados y apostando por los cereales integrales.

Por supuesto, hay que mantenerse hidratado, sobre todo después de haber consumido alcohol en los últimos días. Las bebidas deben ser no azucaras y evitando los refrescos que pueden provocar hinchazón aunque sean edulcorados. Siempre es mejor tomar agua, pero los zumos naturales o infusiones pueden ser una buena alternativa.

Hay que evitar el picoteo entre horas, aunque en caso de que hayan pasado mucho tiempo desde la última comida, se puede optar por productos más saludables, como una pieza de fruta, frutos secos o lácteos. También, hay que descansar, moverse y evitar los atracones por ansiedad. El aumento de peso no está solo ligado con la comida, sino que influyen diferentes factores.

Con estos hábitos lograremos perder el peso que hemos cogido durante estas fechas de una forma estable, evitando así el temido e insano efecto rebote. La mejor forma de desintoxicarse de la Navidad es manteniendo una buena rutina de descanso, ejercicio y alimentación durante todo el año y ante cualquier duda acudir a un especialista.