¿Comes lo que la OMS considera una alimentación sana? El azúcar y la sal que deben tener tus platos

Mantener una dieta equilibrada y saludable a lo largo de la vida es fundamental para prevenir enfermedades y promover el bienestar general de las personas. Al priorizar alimentos naturales y adoptar hábitos alimenticios saludables, podemos contribuir a mejorar nuestra salud y calidad de vida a largo plazo

Y aunque la composición exacta de una dieta variada, equilibrada y saludable puede variar según las características individuales, como la edad, el sexo, los hábitos de vida y el grado de actividad física, los principios básicos de una alimentación saludable siguen siendo universales.

En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece pautas claras sobre qué alimentos debemos comer para mantener una dieta saludable y en qué cantidades. En ese análisis de la organización explican que se debe priorizar alimentos naturales y no procesados, como frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales, es esencial. Estos alimentos proporcionan una amplia gama de nutrientes esenciales para el cuerpo, incluyendo vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.

Frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales

La base de una dieta saludable, según la OMS, incluye una variedad de alimentos naturales y no procesados. Esto abarca frutas, verduras, legumbres como lentejas y alubias, frutos secos y cereales integrales como maíz, avena, trigo o arroz moreno. Estos alimentos proporcionan una amplia gama de nutrientes esenciales para el cuerpo, como vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.

Consumo de frutas y verduras

En cuanto al consumo de frutas y verduras, desde la organización se recomienda consumir, al menos, 400 gramos de frutas y verduras al día, lo que equivale a aproximadamente cinco porciones. Sin embargo, se excluyen de esta recomendación las patatas, la batata, mandioca y otros tubérculos feculentos. Estas frutas y verduras son fuentes importantes de vitaminas, minerales y fibra, y su consumo regular ayuda a mantener la salud y prevenir enfermedades.

Reducción del consumo de azúcares libres

Para una dieta saludable, la OMS sugiere limitar la ingesta de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta calórica total. Esto equivale a aproximadamente 50 gramos o unas 12 cucharaditas rasas al día para una persona con un peso corporal saludable que consuma alrededor de 2000 calorías diarias. Los azúcares libres son aquellos añadidos a los alimentos o bebidas, así como los presentes naturalmente en la miel, jarabes, zumos y concentrados de frutas.

Según se detalla desde la OMS, para lograr una reducción del consumo de azúcares es beneficioso limitar alimentos y bebidas ricos en azúcares, como refrescos, zumos o golosinas. Optar por tentempiés de frutas y verduras frescas en lugar de productos azucarados es una excelente alternativa. Con pequeños cambios en nuestra dieta diaria, podemos mejorar nuestra salud y bienestar a largo plazo.

Elección de grasas saludables

Desde el estudio realizado por la organización, se recomienda que menos del 30% de la ingesta calórica diaria provenga de grasas. Así, aducen que el consumo de este porcentaje de grasa sea preferiblemente de grasas no saturadas, presentes en alimentos como pescados, aguacates, frutos secos y aceites de girasol, soja, canola y oliva.

Se aconseja limitar la ingesta de grasas saturadas, presentes en alimentos como carne grasa, mantequilla, aceite de palma y de coco, nata, queso y mantequilla clarificada, a menos del 10% de la ingesta total de calorías. Además, se debe evitar en la medida de lo posible las grasas trans, especialmente las producidas industrialmente, presentes en alimentos procesados como pizzas congeladas, tartas y galletas.

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R.Pérez

Reducción del consumo de sal

Para mantener una dieta saludable, se recomienda limitar la ingesta de sal a menos de 5 gramos al día, es decir, aproximadamente una cucharadita. Según la OMS, la sal debería ser yodada para asegurar un aporte adecuado de este mineral esencial para la salud. La ingesta excesiva de sal, principalmente a través de alimentos procesados y consumidos en grandes cantidades, es una de las principales preocupaciones para los expertos de la organización.

Por eso, detallan en el estudio que para reducirlo, se recomienda limitar el uso de sal y condimentos ricos en sodio al cocinar, evitar añadir sal en la mesa, reducir el consumo de tentempiés salados y elegir productos con menor contenido de sodio. Con conciencia y elecciones informadas, podemos controlar nuestro consumo de sal y promover una mejor salud cardiovascular.

Finalmente, cabe recordar que todas estas pautas de la OMS sobre qué debemos comer son esenciales para mantener una dieta saludable y promover el bienestar general, pero se tratan de recomendaciones generales y dependerá de cada individuo el ajuste de los requerimientos alimenticios a su estilo de vida. Por eso, siempre es recomendable hablar con expertos especializados en nutrición cuando una persona quiere llevar a cabo modificaciones en su dinámica alimenticia.