Estos deliciosos snacks son saludables y tienen menos de 100 calorías

Hay muchas formas de cuidar nuestra alimentación, por ejemplo intentando que nuestras comidas estén compuestas por alimentos de calidad, sanos y saludables. Así, frutas y verduras deben tener un lugar destacado en nuestro menú.

También podemos evitar comer aquello que sabemos que no nos beneficia, como las bebidas azucaradas y el alcohol, o los dulces y bollería industrial o productos ultraprocesados, cuyo abuso desaconsejan todos los expertos.

Para evitar sentir demasiada hambre entre horas y que acabemos picando cualquier cosa que encontremos en lugar de lo que nos conviene, suelen recomendar que hagamos cinco ingestas diarias: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.

Existen opciones ilimitadas de recetas que podemos preparar y cosas que podemos comer en todas ellas pero, mientras que para las comidas más copiosas nos resulta más sencillo encontrar lo que más nos conviene, a la hora de escoger snacks tenemos más dudas.

Por suerte existen estupendas opciones que podemos elegir si queremos tomar un aperitivo saludable pero sin renunciar al sabor.

Snacks saludables

Una de las opciones que siempre son adecuadas es apostar por la fruta, una forma de refrescarnos y seguir sumando vitaminas y minerales a nuestra dieta. Además resultan muy saciantes y aportan energía.

Puedes comerte una manzana o un plátano mediano o incluso 19 cerezas (aproximadamente) o puedes hacer unas estupendas brochetas con varias frutas.

Selecciona unas cuantas, como manzana, fresa, plátano, mango, naranja y kiwi y córtalas en trozos más o menos iguales, ensarta uno de cada en tu brocheta y añade un poco de yogur líquido por encima, ¡refrescante y delicioso!

Otra de las opciones que puedes escoger si te gusta la fruta es prepararte una ración de melón con jamón. Con unos 100 gramos de melón y dos lonchas de jamón tendrás un snack que combina dulce y salado sin pasarse de calorías.

¿Hechas de menos las patatas fritas? Puedes cambiarlas por unas saludables chips de verduras, por ejemplo de calabacín, zanahoria o calabaza. Solo tienes que cortarlas muy finas, con una mandolina, y colocarlas sobre papel de hornear. Mételas al horno a baja temperatura y déjalas ahí hasta que pierdan el agua y estén crujientes.

Un tomate de tamaño mediano aporta menos de 20 calorías por lo que puedes prepararte una pequeña ensalada con un vasito de queso fresco desnatado. También puedes poner el queso sobre una tostada de pan integral y añadirle unas gotitas de miel.

Un bol de palomitas de maíz hechas en casa, evitando la mantequilla y la sal, tiene menos de 100 calorías, igual que un puñadito de pipas de girasol. También puedes tomar un poco de hummus (unas dos cucharadas) con palitos de zanahoria, tomar un huevo duro o media patata cocida.

Como ves, hay muchas opciones por las que podemos optar para seguir comiendo saludable también a la hora de la merienda.