El ombligo: un portal a la salud que si le prestas atención puede indicar si estás enfermo
El ombligo es la zona más vulnerable de la pared abdominal y puede indicar si se padece alguna afección
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Para algunos, el ombligo es motivo de incomodidad o incluso miedo, una condición conocida como omfalofobia. Para otros, es una oportunidad para ir a la moda, ya que es una parte del cuerpo que se puede adornar con un piercing o lucirlo con un top corto. Independientemente de cómo te sientas al respecto, el ombligo tiene una historia y una función que va más allá de lo estético. Este pequeño punto en tu abdomen alguna vez fue tu conexión vital con tu madre.
El cordón umbilical, que une al feto con la placenta, se corta al nacer, dejando un pequeño muñón que se seca y cae en una o dos semanas. Lo que queda es una depresión en la piel, comúnmente conocida como ombligo, que el 90% de las personas tienen hacia adentro. Aunque parece una parte del cuerpo sin mucha utilidad, el ombligo tiene más profundidad y significado de lo que aparenta.
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Durante el desarrollo fetal, el ombligo es el punto de acceso para los vasos sanguíneos que transportan sangre rica en nutrientes y oxígeno desde la placenta. Estos vasos están protegidos por la gelatina de Wharton, un tejido conectivo que los recubre. Tras el nacimiento, esta circulación se vuelve innecesaria y los vasos umbilicales se cierran naturalmente. Sin embargo, el muñón que queda puede ser útil para los recién nacidos enfermos, ya que puede utilizarse para administrar medicamentos o extraer muestras de sangre.
El ombligo es más que un simple orificio en el abdomen; durante el desarrollo embrionario, los intestinos temporariamente salen de la cavidad abdominal a través del ombligo debido al espacio limitado, regresando a su lugar semanas después. Esto lo convierte en un punto débil en la pared abdominal, susceptible a problemas como la hernia umbilical, donde una parte del intestino puede salirse, a menudo requiriendo cirugía para corregirlo.
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Además, el ombligo puede revelar pistas sobre otras condiciones de salud. Por ejemplo, en algunos pacientes con cáncer metastásico, se puede observar una hinchazón o nódulo palpable en el ombligo, resultado de la extensión del cáncer al tejido umbilical. Aunque esto es menos común hoy en día debido a diagnósticos más tempranos, sigue siendo un signo clínico relevante.
El ombligo también tiene conexiones con el hígado a través de la red de venas superficiales que drenan hacia la vena portal hepática, que transporta sangre llena de nutrientes desde el intestino al hígado. Si la presión en esta vena aumenta debido a enfermedades hepáticas como la cirrosis, las venas alrededor del ombligo pueden hincharse y volverse visibles, un signo conocido como "cabeza de medusa". El ombligo, ese pequeño punto en tu abdomen, es mucho más que una característica estética. Es un recordatorio de tu conexión con tu madre y un reflejo de tu salud interna.
Para algunos, el ombligo es motivo de incomodidad o incluso miedo, una condición conocida como omfalofobia. Para otros, es una oportunidad para ir a la moda, ya que es una parte del cuerpo que se puede adornar con un piercing o lucirlo con un top corto. Independientemente de cómo te sientas al respecto, el ombligo tiene una historia y una función que va más allá de lo estético. Este pequeño punto en tu abdomen alguna vez fue tu conexión vital con tu madre.