Qué es el 'sharenting' en niños y por qué debería evitarse, según los expertos
La exposición de fotos, vídeos y reacciones de los menores en distintas redes sociales puede tener numerosos riesgos
La práctica de compartir en redes sociales la vida de los hijos, conocida como 'sharenting', ha ganado popularidad en los últimos años. Según un estudio de ‘Security.org’ alrededor del 75% de los padres norteamericanos comparten contenido de sus hijos en Internet y más del 80% dan a conocer su nombre verdadero.
Sin embargo, esta tendencia, lejos de ser un mero entretenimiento, está plagada de consecuencias negativas para la privacidad y el desarrollo de los menores. Expertos señalan que al publicar detalles de la vida de los hijos, los padres generan una huella digital que podría acompañarlos a lo largo de su vida.
Un análisis publicado en 'Emory Law Journal' revela que muchos adolescentes, al descubrir que sus momentos privados han sido expuestos sin su consentimiento, experimentan incomodidad e incluso resentimiento. Este sentimiento conocido como “disonancia de identidad” se considera un conflicto entre la autoimagen que los jóvenes desean construir y la imagen que sus padres proyectan de ellos en Internet. Así, el 'sharenting' afecta tanto a su desarrollo emocional como a su relación familiar.
En un estudio expuesto en la revista 'Human Behavior and Emerging Technologies', la investigadora Ilaria Cataldo señala que muchos padres, sin ser conscientes, divulgan información sensible, incluyendo detalles sobre la salud y el comportamiento de sus hijos. Este tipo de exposición incrementa el riesgo de que los menores sufran ciberacoso o, en casos extremos, que se enfrenten al robo de su identidad e incluso que ese contenido pueda ser exhibido en páginas de pederastia y pornografía infantil. La investigadora enfatiza la importancia de proteger la privacidad infantil frente a estas amenazas.
Además de los problemas de privacidad, el 'sharenting' tiende a deteriorar la relación entre padres e hijos. A medida que los niños crecen y se percatan de la cantidad de información compartida sobre ellos, pueden desarrollar un sentimiento de invasión de su privacidad. Esta situación crea tensiones en la dinámica familiar y afecta la autoestima de los menores, quienes sienten que sus padres han definido parte de su identidad sin su consentimiento.
Los expertos recomiendan a los padres que consideren el impacto de sus publicaciones y, cuando sea posible, que consulten a sus hijos antes de compartir contenido que les involucre. A medida que los hijos crecen, suelen tener opiniones sobre cómo desean que se maneje su imagen en redes, lo cual es fundamental para su bienestar y autonomía en el entorno digital.
La práctica de compartir en redes sociales la vida de los hijos, conocida como 'sharenting', ha ganado popularidad en los últimos años. Según un estudio de ‘Security.org’ alrededor del 75% de los padres norteamericanos comparten contenido de sus hijos en Internet y más del 80% dan a conocer su nombre verdadero.