Esta es la técnica más efectiva para acabar con los pensamientos intrusivos
Intentar suprimir estos pensamientos y tratar de luchar contra ellos puede ser contraproducente si no lo hacemos del modo correcto
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Los pensamientos intrusivos, con el paso del tiempo, pueden volverse intensos o frecuentes, ya que cada vez aparecen en nuestro cerebro de un modo más rápido. Estos pensamientos suelen generar ansiedad y estrés en las personas que los sufren.
Por ello, aprender a gestionarlos es clave para mantener una buena salud mental y emocional. Intentar suprimir constantemente estos pensamientos y tratar de luchar contra ellos puede ser contraproducente por el desgaste emocional que generan.
En lugar de ello, se deben adoptar estrategias para manejarlos adecuadamente y poder desarrollar así un mayor control sobre nuestra mente. Para ello existen varias técnicas, recomendadas por los psicólogos, que resultan muy útiles para poder gestionarlos de manera correcta.
Una de ellas es la visualización positiva, muy eficaz para contrarrestar los pensamientos perturbadores. Consiste en reemplazar los pensamientos intrusivos con imágenes mentales positivas o relajantes, neutralizando así su efecto negativo.
El mindfulness, o método de atención plena, es una herramienta que se basa en observar el momento presente sin juzgar. En lugar de intentar eliminar los pensamientos intrusivos, esta práctica enseña a reconocerlos y a aceptarlos como simples pensamientos, sin llegar a identificarnos con ellos. Con esta técnica aprenderemos a distanciarnos emocionalmente de los pensamientos, observándolos de manera objetiva.
Involucrarnos en actividades que requieran concentración o que nos resulten placenteras, es otro método recomendado para alejarlos de nuestra mente. Es lo que en psicología se conoce como distracción activa, y actividades como leer, practicar deporte o salir a caminar pueden ayudarnos a desviar la atención y romper el círculo.
Por último, practicar técnicas de relajación como la meditación profunda, la relajación muscular progresiva o la meditación guiada, pueden ayudarnos a mantener a raya los pensamientos negativos, ya que reduciremos nuestros niveles de ansiedad y podremos redirigir nuestra mente hacia sentimientos o sensaciones positivas.
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