Este es el motivo por el que tartamudeas cuando te gusta alguien, según la psicología
Es por una respuesta natural del cerebro ante una situación emocionalmente intensa, no por falta de confianza
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fa5b%2F1ab%2Ffe7%2Fa5b1abfe7b3886f8996752600f829b91.jpg)
- Aprende a identificar a una mala persona y a alejarte de ella, según la psicología
- Si apartas la mirada cuando estás hablando con otra persona esto es lo que significa, según la psicología
Es una escena común: estás frente a la persona que te gusta, intentas decir algo interesante, pero las palabras simplemente no fluyen como deberían. Balbuceas, tartamudeas y, en el peor de los casos, te quedas en blanco. Aunque este fenómeno puede parecer simplemente un reflejo del nerviosismo, la psicología y la neurociencia han encontrado explicaciones más profundas sobre por qué ocurre.
Según diversos estudios en neurociencia, la tartamudez ocasional en situaciones de atracción romántica se debe a la activación del sistema nervioso simpático, la parte del sistema autónomo responsable de la respuesta de "lucha o huida". Cuando estamos frente a alguien que nos gusta, el cerebro percibe la interacción como una situación de alta relevancia emocional, lo que desencadena una liberación de adrenalina y cortisol. Estas hormonas preparan el cuerpo para una reacción rápida, pero también pueden interferir con funciones cognitivas, como el habla fluida.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc3c%2F0ae%2Fbff%2Fc3c0aebff7744c03e5a838be26b014cd.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc3c%2F0ae%2Fbff%2Fc3c0aebff7744c03e5a838be26b014cd.jpg)
Un estudio publicado en la revista 'Neuropsychologia' sugiere que el estrés emocional intenso puede afectar temporalmente el funcionamiento del córtex prefrontal, el área del cerebro encargada de la planificación, la toma de decisiones y la fluidez verbal. En otras palabras, el nerviosismo provocado por la atracción hace que el cerebro tenga dificultades para coordinar el lenguaje y el habla, lo que da lugar a tartamudeos y bloqueos en la conversación.
Otro factor que influye es la ansiedad social, que puede aumentar cuando interactuamos con alguien que nos atrae. Un estudio realizado por la Universidad de Chicago encontró que las personas que experimentan altos niveles de ansiedad social son más propensas a tener dificultades para hablar en situaciones en las que sienten que están siendo evaluadas. Cuando nos gusta alguien, queremos causar una buena impresión, lo que aumenta la presión sobre nuestra forma de hablar. Este temor a equivocarnos o a ser juzgados puede generar un ciclo de sobrepensamiento, en el que intentamos controlar demasiado lo que decimos, lo que paradójicamente hace que nuestro discurso sea menos natural y fluido.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F214%2Ffcb%2F8df%2F214fcb8df1efafaba03a669f4f497b2c.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F214%2Ffcb%2F8df%2F214fcb8df1efafaba03a669f4f497b2c.jpg)
La psicología evolutiva también ofrece una explicación interesante: cuando nos sentimos atraídos por alguien, las áreas del cerebro asociadas con las emociones, como la amígdala, se activan más intensamente. La amígdala es clave en la regulación del miedo y el estrés, y su hiperactividad puede interferir con el funcionamiento normal del área de Broca, la región cerebral encargada del lenguaje.
En términos evolutivos, esta reacción tiene sentido: nuestros ancestros dependían de señales no verbales (como el lenguaje corporal) para atraer a una pareja. Por lo tanto, cuando nos sentimos atraídos por alguien, nuestro cerebro puede dar prioridad a la comunicación emocional sobre la verbal, afectando nuestra capacidad para hablar con claridad.
- Aprende a identificar a una mala persona y a alejarte de ella, según la psicología
- Si apartas la mirada cuando estás hablando con otra persona esto es lo que significa, según la psicología
Es una escena común: estás frente a la persona que te gusta, intentas decir algo interesante, pero las palabras simplemente no fluyen como deberían. Balbuceas, tartamudeas y, en el peor de los casos, te quedas en blanco. Aunque este fenómeno puede parecer simplemente un reflejo del nerviosismo, la psicología y la neurociencia han encontrado explicaciones más profundas sobre por qué ocurre.