Estos son los pescados que contienen más colágeno y omega-3: ayudan a la memoria y proteger tu corazón, según la Fundación Española del Corazón (FEC)
También son “una fuente de proteínas de alta calidad, ricas en aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede sintetizar por sí solo”
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Cuidar el corazón desde la cocina es más fácil si se incluyen pescados y mariscos en la dieta semanal. Así lo recuerda la Fundación Española del Corazón (FEC), que destaca que estos alimentos no solo forman parte de la dieta mediterránea, sino que también son “una fuente de proteínas de alta calidad, ricas en aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede sintetizar por sí solo”.
Según explica la doctora Teresa Partearroyo, profesora titular de Nutrición y Bromatología en la Universidad CEU-San Pablo y miembro del Comité de Nutrición de la FEC, los pescados también aportan “vitaminas como la D y la B12, minerales como el yodo, y lo más importante: ácidos grasos omega-3, que estabilizan el metabolismo de las grasas”.
Omega-3 y colágeno: los aliados del corazón
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Estos ácidos ayudan a reducir el colesterol LDL (malo) y aumentan el HDL (bueno), aportando beneficios cardiovasculares reales. Los pescados azules son los más recomendados para asegurar una buena dosis de omega-3 y colágeno.
Entre ellos se encuentran “la caballa, la sardina, el arenque, la anchoa, el pez espada, el bonito, el atún o el salmón”. No obstante, se recomienda limitar el consumo de pescados de gran tamaño, como el pez espada o el atún, en embarazadas y niños por su contenido en mercurio.
Los pescados azules que no pueden faltar en tu dieta
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La Fundación también establece criterios concretos para determinar qué productos pueden considerarse cardiosaludables a través de su Programa de Alimentación y Salud (PASFEC). En el caso del pescado fresco o congelado, “no deben contener grasas añadidas ni exceso de sal o sodio”.
Mientras que para conservas o productos procesados se aplican otros límites: menos de 16 gramos de grasa total por cada 100 gramos, menos de 1,5 gramos de grasas saturadas y no más de 1,12 gramos de sal.
Qué exige la FEC para considerar un pescado cardiosaludable
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En el caso de pescados ricos en omega-3, se permiten niveles algo más altos de grasa total, pero “se reducen las grasas saturadas a un máximo de 4 g por cada 100 g” y el contenido en sal no debe superar los 2 g. Así lo confirma la doctora Partearroyo, quien destaca el compromiso de la Fundación por fomentar hábitos alimenticios que protejan el corazón desde el plato.
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Cuidar el corazón desde la cocina es más fácil si se incluyen pescados y mariscos en la dieta semanal. Así lo recuerda la Fundación Española del Corazón (FEC), que destaca que estos alimentos no solo forman parte de la dieta mediterránea, sino que también son “una fuente de proteínas de alta calidad, ricas en aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede sintetizar por sí solo”.