Es noticia
Menú
Estas son las señales que te ayudan a reconocer a una persona emocionalmente inmadura (y gestionarlo)
  1. Vida saludable
inmadurez emocional

Estas son las señales que te ayudan a reconocer a una persona emocionalmente inmadura (y gestionarlo)

Lo cierto es que pueden indicar inmadurez emocional, según explica una experta, estos patrones no son definitivos y pueden transformarse con trabajo y conciencia personal

Foto: Trabajar con un profesional permite identificar patrones poco sanos y empezar a transformarlos (Pexels)
Trabajar con un profesional permite identificar patrones poco sanos y empezar a transformarlos (Pexels)

Responder de forma impulsiva, tener dificultades para empatizar o evitar conflictos son algunas señales de quevalgo no va bien con la gestión emocional. Aunque muchas veces se asocian estos comportamientos a una “forma de ser”, lo cierto es que pueden indicar inmadurez emocional.

Según explica la psicóloga especializada en autoestima y gestión emocional Nataxa Ruzafa a 'Europa Press', estos patrones no son definitivos, y pueden transformarse con trabajo y conciencia personal. “La inmadurez emocional se corresponde con una conducta o tendencia poco sana y desadaptativa de nuestros referentes”, señala la autora del libro '¿Cuándo seré suficiente?', publicado por Molino.

Las señales que delatan la inmadurez emocional

placeholder Impulsividad, dificultad para empatizar o evitar conflictos son algunos de los comportamientos que pueden alertar (Pexels/ Monstera Production)
Impulsividad, dificultad para empatizar o evitar conflictos son algunos de los comportamientos que pueden alertar (Pexels/ Monstera Production)

Ruzafa aclara que este tipo de actitudes se heredan muchas veces de los modelos de crianza: “En los últimos años ha habido poco espacio en nuestra crianza para la parte emocional”.

La experta destaca varias señales que pueden indicar inmadurez emocional. Entre ellas, la impulsividad, la dificultad para prever reacciones y una notable falta de introspección. “Un signo claro es quedarse muy anclado en la propia realidad y generar la sensación de que la propia verdad es la única válida”, apunta.

Nuestra crianza influye más de lo que pensamos

placeholder Los referentes emocionales de la infancia marcan la forma en la que gestionamos nuestras emociones en la vida adulta (Pexels/ August de Richelieu)
Los referentes emocionales de la infancia marcan la forma en la que gestionamos nuestras emociones en la vida adulta (Pexels/ August de Richelieu)

Además, menciona la dificultad para asumir la responsabilidad en conflictos, las respuestas desmedidas ante pequeños desencadenantes y la evitación sistemática de situaciones incómodas. Todo ello puede repercutir negativamente en las relaciones personales, especialmente con los hijos, al transmitir patrones de comportamiento que se repetirán con el tiempo.

Ruzafa subraya el impacto de la educación emocional recibida en casa: “Desarrollamos nuestro lenguaje emocional del mismo modo que adquirimos el lenguaje materno, a través del contexto”.

El papel de los referentes emocionales

placeholder Trabajar con un profesional permite identificar patrones poco sanos y empezar a transformarlos (Pexels)
Trabajar con un profesional permite identificar patrones poco sanos y empezar a transformarlos (Pexels)

Si nuestros padres no se permitieron sentir o expresar emociones, es probable que tampoco nos enseñaran a gestionarlas correctamente. La psicóloga pone de relieve cómo generaciones pasadas, marcadas por contextos difíciles como la posguerra, relegaron la salud emocional a un segundo plano.

“No se daba espacio para acompañar la frustración, la rabia o el miedo”, explica. Esto ha dejado un legado que hoy puede transformarse gracias a una mayor visibilidad y aceptación de la terapia y el trabajo interior.

Herramientas para trabajar la madurez emocional

placeholder Vincularse con personas emocionalmente maduras puede ser un paso fundamental hacia el cambio (Pexels)
Vincularse con personas emocionalmente maduras puede ser un paso fundamental hacia el cambio (Pexels)

La buena noticia, asegura Ruzafa, es que la inmadurez emocional “no es algo estático” y se puede trabajar. La terapia es, según ella, el espacio más adecuado para identificar la raíz del problema y avanzar hacia una regulación emocional más sana.

Además del acompañamiento profesional, propone rodearse de personas con un mayor desarrollo emocional, permitirse nuevas formas de relacionarse y conectar con el presente a través de prácticas sencillas como la respiración consciente. “Es clave identificar qué me hace sentir inseguro y trabajar desde ahí”, concluye.

En calidad de afiliado, Vanitatis obtiene ingresos por las compras adscritas que cumplen los requisitos aplicables. La inclusión de enlaces no influye en la independencia editorial de este medio: los redactores seleccionan y analizan los productos libremente, según su criterio y conocimiento especializado.

Responder de forma impulsiva, tener dificultades para empatizar o evitar conflictos son algunas señales de quevalgo no va bien con la gestión emocional. Aunque muchas veces se asocian estos comportamientos a una “forma de ser”, lo cierto es que pueden indicar inmadurez emocional.

Psicología
El redactor recomienda