Sara Marin Berbell, doctora experta en microbiota: "¿Sabías que si comes queso antes de beber puedes evitar la resaca?"

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Con la llegada del buen tiempo, las celebraciones, comidas al aire libre y encuentros sociales se multiplican, y con ellos, también el consumo de alcohol. Para muchas personas, esto trae consigo un invitado no deseado: la resaca. Pero, según la doctora Sara Marin Berbell, experta en microbiota, hay un gesto sencillo que puede ayudar a prevenirla: comer queso antes de beber.

En un vídeo compartido en su perfil de Instagram, la especialista lo explica con claridad: “¿Sabes que si comes queso antes de beber, no tendrás resaca? Se vio que las ratitas que comían un queso al rato tenían menos cantidad de alcohol en sangre y menos acetaldehído, que es la sustancia tóxica que nos produce los síntomas de la resaca”. Este compuesto, generado durante el metabolismo del alcohol, es el principal responsable del malestar posterior al consumo. Reducir su presencia en el organismo puede traducirse en un día siguiente mucho más llevadero.

Además, como añade la doctora, el queso no solo actúa como barrera protectora frente a la absorción del alcohol, sino que también ofrece beneficios nutricionales. Ayuda a prevenir el daño hepático, disminuye la inflamación y aporta calcio y vitamina B, micronutrientes esenciales para el buen funcionamiento del cerebro, el sistema nervioso y la musculatura, y que tienden a disminuir tras la ingesta de alcohol.

En el texto que acompaña la publicación, Marin Berbell ofrece algunas pautas adicionales que pueden contribuir a minimizar los efectos del alcohol: evitar bebidas oscuras como el whisky, el ron o el vino tinto, ya que se asocian a una mayor intensidad de la resaca; incorporar alimentos reconstituyentes como caldos, plátanos (por su aporte en potasio) y avena (que regula los niveles de glucosa); y mantener una buena hidratación antes, durante y después del consumo, bebiendo agua entre copa y copa.

Eso sí, ningún truco sustituye al consejo más importante: beber con moderación. Y si vas a brindar, mejor hacerlo con algo de queso en el estómago. Tu cuerpo —y tu mañana siguiente— te lo agradecerán.