Javier Albares, doctor: "Hay situaciones en las que la somnolencia no tiene que ver con dormir más o menos horas, sino en lo reparador que es este sueño"
Javier Albares, doctor: "Hay situaciones en las que la somnolencia no tiene que ver con dormir más o menos horas, sino en lo reparador que es este sueño"
El especialista en medicina del sueño advierte que la somnolencia diurna puede aparecer incluso en personas que cumplen con las horas recomendadas de sueño
Sentirse con sueño durante el día no siempre significa haber dormido poco. Según el doctor Javier Albares, experto en medicina del sueño, “hay situaciones en las que la somnolencia no tiene que ver con dormir más o menos horas, sino con lo reparador que es este sueño”. En otras palabras, no basta con pasar tiempo en la cama: el cuerpo y el cerebro necesitan un descanso profundo y continuo para recuperarse correctamente.
Uno de los ejemplos más frecuentes es la apnea del sueño, un trastorno en el que la respiración se interrumpe de forma repetida durante la noche. Cada parada provoca microdespertares que impiden alcanzar las fases más profundas del sueño. “Las personas con apnea pueden dormir las horas suficientes y aun así levantarse cansadas”, explica el especialista. Esto ocurre porque el sueño se fragmenta constantemente y pierde su efecto reparador.
El truco viral del experto para dormir de manera rápida. (Pexels)
Este tipo de somnolencia suele hacerse más evidente en momentos de poca actividad, como después de comer, durante una reunión larga, frente al televisor o al conducir distancias prolongadas. En esos casos, el cuerpo intenta recuperar el descanso que no ha conseguido por la noche. Sin embargo, Albares advierte que no todas las personas con apnea presentan somnolencia. Por eso, ante cualquier duda, recomienda consultar con un profesional y evitar la automedicación.
Las causas de la somnolencia diurna no siempre están relacionadas con problemas respiratorios. También pueden deberse a factores emocionales, como la depresión o los trastornos del estado de ánimo. “En estos casos, el cansancio y la falta de energía son síntomas frecuentes”, apunta el médico. Otros trastornos, como el síndrome de las piernas inquietas o la narcolepsia, también pueden alterar la calidad del sueño y provocar ese agotamiento persistente.
Algunas personas tienen una mutación genética que les hace sentirse frescos después de dormir la mitad de lo aconsejado (Pexels).
Albares insiste en que dormir bien no depende solo de la cantidad de horas, sino de cómo se distribuyen las fases del sueño y de si se completan sin interrupciones. Mantener una rutina regular, cuidar los horarios y evitar el consumo de alcohol o pantallas antes de dormir son medidas que pueden ayudar a mejorar la calidad del descanso.
El mensaje del especialista es claro. Si la somnolencia diurna se repite o interfiere con la concentración y las actividades cotidianas, no conviene restarle importancia. Dormir lo justo no siempre significa descansar bien, y la calidad del sueño puede ser tan determinante para la salud como el tiempo que pasamos durmiendo.
Sentirse con sueño durante el día no siempre significa haber dormido poco. Según el doctor Javier Albares, experto en medicina del sueño, “hay situaciones en las que la somnolencia no tiene que ver con dormir más o menos horas, sino con lo reparador que es este sueño”. En otras palabras, no basta con pasar tiempo en la cama: el cuerpo y el cerebro necesitan un descanso profundo y continuo para recuperarse correctamente.