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La soterrada disputa sobre los santuarios de Jerusalén
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La soterrada disputa sobre los santuarios de Jerusalén

El Muro de las Lamentaciones, la Mezquita de Al-Aksa o el Santo Sepulcro son probablemente los vestigios más conocidos de Jerusalén, que esconde otros hallazgos arqueológicos

Foto: La soterrada disputa sobre los santuarios de Jerusalén
La soterrada disputa sobre los santuarios de Jerusalén

El Muro de las Lamentaciones, la Mezquita de Al-Aksa o el Santo Sepulcro son probablemente los vestigios más conocidos de Jerusalén, que esconde otros hallazgos arqueológicos no menos disputados por judíos y palestinos. Uno de ellos es el túnel del Muro Occidental, cuya apertura en 1996 por el primer gobierno de Benjamín Netanyahu desató una oleada de enfrentamientos en los que murieron 80 palestinos y 14 soldados israelíes, en lo que se denominó la ‘Intifada del Túnel’.

Las primeras excavaciones de estos pasadizos fueron conducidas por expedicionarios británicos hace más de un siglo, y en la actualidad la Autoridad de Antigüedades de Israel está a cargo del proyecto, que a primera vista pareciera que tiene por objeto rescatar la esencia judía en la ciudad. Así lo atestiguan varios baños rituales judíos (mikve), o un punto desde el que los arqueólogos consideran que se accedía al ‘sancta sanctorum’, el sitio que albergaba el Arca de la Alianza.

Sin embargo, los palestinos denuncian que esos túneles no solo discurren por el barrio musulmán de la ciudadela, capturado por Israel en la guerra de 1967, sino que ponen en peligro la estabilidad de las mezquita de Al-Aksa, argumento utilizado para impedir posteriores excavaciones en la zona. Y es que la ciudad santa siempre ha sido foco de tensión.

El Muro de las Lamentaciones, la Mezquita de Al-Aksa o el Santo Sepulcro son probablemente los vestigios más conocidos de Jerusalén, que esconde otros hallazgos arqueológicos no menos disputados por judíos y palestinos. Uno de ellos es el túnel del Muro Occidental, cuya apertura en 1996 por el primer gobierno de Benjamín Netanyahu desató una oleada de enfrentamientos en los que murieron 80 palestinos y 14 soldados israelíes, en lo que se denominó la ‘Intifada del Túnel’.

Las primeras excavaciones de estos pasadizos fueron conducidas por expedicionarios británicos hace más de un siglo, y en la actualidad la Autoridad de Antigüedades de Israel está a cargo del proyecto, que a primera vista pareciera que tiene por objeto rescatar la esencia judía en la ciudad. Así lo atestiguan varios baños rituales judíos (mikve), o un punto desde el que los arqueólogos consideran que se accedía al ‘sancta sanctorum’, el sitio que albergaba el Arca de la Alianza.

Sin embargo, los palestinos denuncian que esos túneles no solo discurren por el barrio musulmán de la ciudadela, capturado por Israel en la guerra de 1967, sino que ponen en peligro la estabilidad de las mezquita de Al-Aksa, argumento utilizado para impedir posteriores excavaciones en la zona. Y es que la ciudad santa siempre ha sido foco de tensión.

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