Esperando a Javier Bardem

Como en la obra de Beckett Esperando a Godot, organizadores, premiados, candidatos y el público en general que acudió a la gala de la entrega de los Goya se quedaron compuesto y sin Bardem. El actor más galardonado del cine español y figura emergente en Holywood era el plato fuerte en el encuentro anual de la gente del cine. Así lo habían anunciado asegurando incluso que la estrella había solicitado dos entradas. Se supone que una para él y otra para ‘Pe’.

Pero ni ‘Pe’ ni ‘Ja’ aparecieron por el Palacio de Congresos del Campo de las Naciones. Hasta el último momento muchos de los seguidores del actor permanecieron en las puertas del pabellón esperando la llegada triunfante del hombre de moda y su novia. Pero el gozo de todos los presentes en un pozo. Y, por supuesto, el de los no presentes que disfrutaban del espectáculo que retransmitía en directo (mejor dicho, con media hora de diferencia) la televisión pública y no entendían las razones por las que Javier Bardem no acudía a la gala. Almodóvar, por ejemplo se había excusado.

Nadie entendió la ausencia de Bardem sobre todo teniendo en cuenta las muchas declaraciones y entrevistas que ha concedido durante los últimos meses a los medios norteamericanos cada vez que le entregaban un premio. Aparte de responder a preguntas de tipo personal -por supuesto sin que nadie le obligara a ello-, siempre colocaba su mensaje reivindicando el cine español, los actores españoles, los guionistas españoles, los realizadores españoles… Por eso, en el ambiente artístico nacional todos esperaban la llegada del ídolo. Pero como en la obra de Beckett ni apareció, ni se le vio el pelo.

Las razones de su invisibilidad se supieron al día siguiente. Resulta que empezó a pedir y a pedir. Primero que no posaría en el photocall. Cuando se aceptó la propuesta vino la segunda petición. No haría declaraciones y mucho menos daría entrevistas. También se aceptó. Y fue entonces cuando -imagino- intuyendo que le daban todo lo que pedía avisó que se marcharía una hora antes de que acabara la gala. Parece que fue entonces cuando le dijeron que no. En ese momento, se acabó la negociación y Bardem se quedó en su casa.