La tragedia de una hija llamada Mar Flores

La muerte en accidente de tráfico de José Flores ha sido un golpe tremendo para los hijos. Sobre todo para Mar, que estaba muy unida a su padre después de los muchos desencuentros que tuvo con él en su etapa más alocada. El funeral será el próximo jueves y allí estarán todos los amigos de la familia y del propio fallecido, que era un hombre querido y respetado.

El suceso ocurrió el jueves pasado a las siete de la tarde. Fue entonces cuando el coche que conducía y en el que iba acompañado de su segunda esposa, se empotró con otro en una carretera vecinal que une Becerril con la autopista de la Coruña. En este pueblo de la sierra de Madrid veraneo durante muchos años la modelo y ahí conoció a los Matamoros, amigos de pandilla, que después se convertirían en su calvario aliándose con quien no debían.

Menos mal que en los momentos más duros Mar siempre contó con el apoyó de su hermano Pepe, que la arropó y protegió ante la avalancha mediática que vivió la modelo hace unos años. El padre también estuvo a su lado aunque al no conocer ese mundo le superaba las informaciones, maledicencias y calumnias  que día si y día también aparecían sobre su hija.

José Flores tuvo un par de amagos cardiacos, una depresión cuando murió su mujer y disgustos por los problemas de algunos de sus hijos. Pero todas esas cuestiones (físicas y psíquicas) se solucionaron. José Flores vivía una existencia tranquila y discreta en el en pueblecito de la sierra junto a su mujer. Pasaba las fiestas familiares y fechas señaladas con los hijos y nietos. El apoyo de Mar y del marido Javier Merino era total. Incluso parece que estaba previsto un viaje a Santo Domingo donde vive el matrimonio y sus hijos pequeños por cuestiones profesionales de Merino.

Cuando Mar recibió la noticia a media mañana (por el cambio horario) no se lo podía creer. Tomó el primer vuelo que salía de Santo Domingo para estar con sus hermanos. La tragedia la golpeaba de nuevo y esta vez de forma irreversible. Aunque en esta ocasión, a diferencia de cuando murió su madre, ha contado con el apoyo absoluto de su marido. La tragedia es la misma pero estar acompañada afectivamente es fundamental.