El Rey Juan Carlos que sólo Selina Scott conoció
1992 fue el año de la Expo de Sevilla y de las Olimpiadas en Barcelona. Esas en las que vimos al príncipe Felipe como abanderado y
1992 fue el año de la Expo de Sevilla y de las Olimpiadas en Barcelona. Esas en las que vimos al príncipe Felipe como abanderado y a la infanta Elena llorando emocionada al ver a su hermano caminando al frente de la representación española. En ese tiempo, y con motivo de esa puesta repentina de España en el mapa internacional, una periodista británica decidió proponerle al Rey Juan Carlos la grabación de unas imágenes en las que se mostrase al natural.
Ella era Selina Scott y en 1991 le planteó al Rey durante una cena privada en Londres grabar A year in Spain, un documental que vería la luz primero en Inglaterra y después en España y que supondría la última entrevista concedida por el monarca español hasta la fecha. Ahora su autora cuenta para la revista Vanity Fair cómo fue la preparación de las grabaciones y cómo era el Rey que sólo ella conoció.
La periodista asegura en la publicación que Don Juan Carlos “daba la impresión de que todos los días, al despertarse, tenía que pellizcarse para convencerse de que era rey”. Y aunque en todo momento lo presenta como una persona cercana, amante de las motos y muy consciente de su posición, sólo impuso un tema del que no quería hablar: del dictador Francisco Franco. “Debe usted comprender que heriría demasiadas susceptibilidades y removería demasiados recuerdos de la Guerra Civil”, cuenta Selina que le dijo entonces el monarca.
Con el Rey, por tierra, mar y aire
A partir de ahí la entrevista se desarrolló en distintos escenarios: desde El Escorial al palacio de la Zarzuela pasando por Marivent. Por tierra mar y aire, puesto que en El Escorial el medio de transporte elegido fue el helicóptero, en Zarzuela la moto y en Mallorca el yate Fortuna, que según cuenta, también pilotó el propio monarca.
Especial relevancia adquiere para Scott la motocicleta, ya que los planos de recurso utilizados en los que ella le da un par de consejos al Rey sobre su Harley Davidson fueron interpretados, según dice de distinta forma en su país y en el nuestro. “En Reino Unido eso hizo que el soberano resultara cercano. En España me acusaron de haberme reído de su viril monarca”.
Sea como fuere, ella fue una de las pocas personas que ha tenido acceso a una parcela de la vida real a la que es difícil llegar pese a esa condición de “campechano” y “cercano” que siempre se le atribuye al Rey Juan Carlos. Destaca por ejemplo la convicción que tiene Selina Scott de que “resultaba evidente que el monarca sentía debilidad por la infanta (Elena)”.
También que en Barcelona fue el propio esposo de la Reina Sofía quien propuso grabar una reunión con varios jefes de estado iberoamericanos. De hecho allí presentó a la periodista a Fidel Castro, a quien tenía “cogido del brazo” como su “buena amiga Selina”, en un gesto de cercanía de esos que aseguran que le caracterizan. Esos que hacen que Scott se haya quedado con el convencimiento de que el Rey es “una persona sorprendente, estimulante y encantadora”.
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