Un despliegue sin precedentes para la declaración de una infanta imputada

Un día histórico para la monarquía y también para aquellos que han tenido que informar sobre ello. La declaración como imputada de la infanta Cristina causaba este sábado un verdadero maremoto periodístico. Vestida con una chaqueta oscura y una camisa blanca, la hija del rey Juan Carlos llegaba en coche a los juzgados de la Avenida Alemania a las 10 de la mañana y entraba por su propio pie a los juzgados con una escueta sonrisa en la cara. Poco después declaraba ante el juez Castro, asegurando que no le constaban las actividades de su marido, Iñaki Urdangarin, y que confiaba en él.El dispositivo de seguridad y el vaivén de los fotógrafos e informadores comenzaba horas antes, exactamente a las 6’ 30 horas de la mañana, cuando muchos periodistas se congregaban en el ‘corralito’ reservado a la prensa para cubrir la información.

Paralelamente, en otro lado de la isla, muchos fotógrafos intentaban captar alguna imagen de la infanta desde su salida del aeropuerto hasta los juzgados. Uno de ellos, de hecho, llegó a grabar para Las Mañanas de Cuatro todo el trayecto en avión de la infanta hacia Palma. Una vez allí, comenzaba el reto informativo para muchos periodistas.Según ha podido saber Vanitatis, existían nada menos que seis rutas alternativas para llevar a la infanta Cristina por carretera hasta el juzgado. Sin embargo, y seguramente para evitar incómodas persecuciones por parte de los paparazzi, se ha acabado eligiendo la más larga, que no entraba dentro de las seis posibles. En este tipo de situaciones, los coches oficiales suelen tener el apoyo de un motorista, pero en el caso de la infanta, han sido dos las motos han acompañado a los tres coches de escolta. En cada uno de los ciclomotores iban situadas dos personas. Un fotógrafo testigo del despliegue declaraba a este medio que “ni con la mujer de Obama hemos vivido algo así”, sorprendido ante tal despliegue de seguridad.

A pesar de que los paparazzi intentaban captar alguna imagen y con ello podían provocar un aumento de velocidad por parte de los escoltas, los coches de estos han respetado escrupulosamente todos y cada uno de los semáforos. No así el límite de velocidad, ya que en una zona delimitada por obras en la que sólo se podía circular a 80 km por hora, los coches han llegado a los 120.

Varias opciones para grabarla

Posteriormente, en el ‘corralito’, han entrado 170 informadores. Se ha dado prioridad de entrada a Televisión Española y a la Agencia EFE. En primer lugar han estado las televisiones que contaban con cámara y fotógrafo; en segundo los informadores de medios escritos y en tercer lugar las radios que contaban con un redactor. La señal que grababa la declaración de la infanta ha comenzado a emitir en directo a las 8 y media de la mañana. Todo estaba tan calculado que existían incluso dos posibles posiciones de cámara para poder grabar a la infanta desde varios ángulos, al desconocerse si iba o no a bajar del coche.

Entre los miembros de la prensa presentes hubo comentarios de todo tipo. “Parecía que la infanta iba a una despedida de soltera y no a declarar”, afirma un fotógrafo a este portal. Otros se lo tomaban con más humor, ya que habían hecho ‘porras’ sobre si la hija del Rey bajaría o no del automóvil.

Prensa internacional

Los medios de otros países no han tardado en hacerse eco del día de la declaración de la infanta Cristina como imputada. La BBC, por ejemplo, titulaba “Princesa española ante la corte de justicia por un caso de corrupción”. El New York Times recogía una nota que titulaba “Princesa española testifica en un fraude histórico”. Y es que no han sido únicamente los medios españoles los que han vivido este día de una forma especial. Hasta en Japón o en la televisión rusa han informado sobre uno de los días más controvertidos para nuestra monarquía.