Las grandes fortunas de las Familias Reales de Europa, al descubierto

A pesar de la similitud que existe entre las monarquías europeas –mismos títulos, misma reglas burocráticas…–, hay diferencias abismales entre ellas, sobre todo en lo que se refiere al dinero. Según la revista británica Tatler, que ha elaborado un artículo sobre las fortunas de las familias reales de Europa, las discordancias económicas en países que geográficamente no se encuentran tan alejados son notables. Este es el caso de los príncipes de Liechtenstein, quienes amasan una fortuna de 3.300 millones de euros, mientras que 1.000 kilometros más al norte los noruegos se las apañan con 13 millones.

Los 3.300 millones del discreto Liechtenstein

La familia real que tiene más patrimonio es a su vez una de las menos conocidas de Europa. Se trata de la Casa de Liechtenstein, dirigida en la actualidad por el príncipe Hans Adam II, quien posee 3.300 millones de euros. Esa fortuna es totalmente personal, pues el dinero que reciben de los 37.000 habitantes de su pequeño principado es casi inexistente. La mayoría de su riqueza proviene de la empresa Liechtenstein Global Trust, un grupo bancario dirigido por el propio Hans Adam y su segundo hijo, Maximiliano.

Holanda y su petrolera

La familia real holandesa es una de las más caras de mantener ya que recibe de las arcas públicas 39,5 millones de euros. Asimismo, es una de las más transparentes a la hora de mostrar sus cuentas. El Gobierno de los Países Bajos no tiene ningún reparo en hacer públicos los gastos de los reyes y sus parientes. Así supimos que Guillermo Alejandro y Máxima habían desembolsado 4,5 millones de euros por su casa de Grecia. La mayoría del dinero de los Orange proviene de las acciones que poseen en la petrolera Royal Dutch Shell, una de las más importantes de Europa.

La transparencia de Isabel II

La soberana británica se ha tomado muy en serio eso de que su pueblo conozca hasta el último detalle los gastos que hacen los miembros de su familia. Tanto es así que incluso se sabe cuántas botellas de alcohol se gastan en Buckingham cada año. Esa transparencia permite conocer que el patrimonio de los Windsor asciende a los 420 millones de euros y que la mayoría de ese dinero proviene de herencias.

Lo que los belgas esconden

Las cuentas en la familia real de los belgas no están muy claras. La ley de transparencia que poseen los miembros de la Corona es casi nula, aunque poco a poco el rey Felipe está intentando solucionar el problema. Los últimos datos que se tienen acerca del patrimonio del rey Alberto están muy alejados de la realidad, según explican expertos en la materia. El rey emérito de los belgas declaró en 2012 que su fortuna era de 140 euros, pero es vox pópuli que eso no es así y que podría casi triplicar la cantidad ofrecida por el monarca.

Alberto de Mónaco, un soberano con ‘un gran colchón’

El soberano de Mónaco tampoco es muy dado a desvelar sus cuentas. Sin embargo, se sabe que su fortuna alcanza los 540 millones de euros. La mayoría de este patrimonio proviene de la herencia que el príncipe Rainiero dejó a sus tres hijos, dándole una cantidad superior a Alberto por ser su heredero. Tampoco se conoce cuáles son los presupuestos anuales para la casa real, ya que estos datos no son de dominio público.

España no destaca

Según la publicación británica, la fortuna que amasan los Borbones es de 170 millones. Sin embargo, como ocurre con el caso de Bélgica, hay quienes piensan que esa cifra no se ajusta demasiado a la realidad. Para solucionar este tipo de problemas, se sumó al plan de transparencia que propuso el Gobierno español y cada diciembre, al finalizar el año, publican las cifras de los ingresos que han tenido y los gastos más significativos.

La ‘pobreza’ de Noruega

De todas las casas reales de Europa, Noruega es la que menos patrimonio tiene. Los Glücksburg cuentan con 13 millones de euros, una cifra muy inferior a la de sus homólogos. Según la revista Tatler, esta ‘pobreza’ respecto a las otras Coronas se debe a su precocidad en el trono. Y es que tan solo hace 110 años que los noruegos cuentan con su propia monarquía, después de que en 1905 se disolviera la unión que Noruega tenía con Suecia.