Primeros rumores de crisis para Carlos Felipe y Sofía por la actitud de él

"¿Hay nubes de tormenta sobre el matrimonio de Carlos Felipe y Sofía de Suecia?". Esto es lo que se pregunta la revista alemana 'Bunte' tras analizar la actitud que el príncipe tuvo con su esposa durante el Te Deum celebrado en honor del 40 cumpleaños de la princesa Victoria la pasada semana. A su entrada a la capilla del Palacio Real de Estocolmo, se pudo ver a un Carlos Felipe algo contrariado con su mujer. La pareja, acompañada por su hijo, el príncipe Alexander, posaba ante los medios cuando en un momento dado Sofía quiso ponerle bien el pantalón a su pequeño. Fue entonces cuando la exmodelo se llevó una mirada gélida de su esposo, que volvió a sonreír para las cámaras unos segundos después.

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Pero la tensión entre ellos volvió a palparse, siempre según la versión de 'Bunte', cuando tras saludar al obispo, Sofía se quedó parada unos instantes ante Carlos Felipe y Alexander. El príncipe, en un gesto frío, cogió a la princesa por el brazo y la colocó a su lado mientras le decía algo para segundos después seguir con la escena de familia feliz ante los reporteros. "¿Qué hay de malo entre los antiguos tortolitos? Hasta la fecha los dos siempre se han visto muy enamorados. Una mirada a Carlos Felipe podría proporcionar la respuesta: el príncipe aparece muy cansado, incluso con ojeras. Tal vez había pasado una mala noche", explica el citado magacín alemán.

Un nuevo bebé

El próximo otoño Carlos Felipe y Sofía darán la bienvenida a su segundo hijo. Este bebé ocupará el sexto puesto en la línea de sucesión al trono sueco por detrás de la princesa Victoria, la princesa Estelle, el príncipe Oscar, su padre y su hermano. Asimismo, será el sexto nieto para Carlos XVI Gustavo y Silvia, Al nacer, el pequeño recibirá el título de Su Alteza Real y un ducado de las manos de su abuelo paterno. Por el momento se desconoce el sexo del bebé, y, como ocurrió en el caso de su hermano y los hijos de Victoria y Magdalena, es muy posible que no se haga público hasta que se produzca el feliz alumbramiento. Lo mismo sucederá con el nombre elegido.