Fallece la princesa Alix de Ligne, tía del gran duque de Luxemburgo

El gran duque de Luxemburgo despide esta semana a su tía paterna, la princesa Alix de Ligne, que fallecía este lunes a los 89 años. Alix era la hija menor de la gran duquesa Carlota de Luxemburgo y el príncipe Félix de Borbón-Parma. Pero el título de princesa consorte le llegó en 1950, cuando se casó con el príncipe Antonie de Ligne, una de las casas nobles más antiguas de Bélgica.

A sus casi noventa años, son muchas las vivencias que tenía a sus espaldas, con una vida digna de un libro. Alix de Ligne vivió el exilio durante la Segunda Guerra Mundial, que la sorprendía en plena adolescencia y por la que tuvo que huir junto a sus hermanos hasta Estados Unidos y más tarde a Canadá.

A su vuelta, conoció en la boda de su prima al que sería su marido, Antoine de Ligne, y con el que se casó a los 21 años, dedicándose entonces como princesa de Ligne a numerosas organizaciones e iniciativas benéficas. El espíritu aventurero de su marido hizo que estuviera dos años sola criando a cinco hijos, hasta que Antoine volvió de su expedición a la Antártida, una aventura que no estuvo exenta de problemas.

En los últimos años, sus apariciones han sido muy escasas, especialmente tras la muerte del príncipe Antoine, que fallecía de un infarto en 2005, y la muerte, dos años después, de su hermana Marie-Adelaide. La última vez que pudimos verla fue en la boda de su nieta Alix con Guillaume de Dampierre, en 2016. Ya entonces su salud se resentía, ayudándose de una silla de ruedas para desplazarse. Pero aún así, tuvo un lugar especial en la foto de familia, en la que estaba rodeada del amor de sus hijos, nietos y bisnietos.

Está previsto que los funerales se celebren en el castillo de Beloeil, donde vivió junto a su marido, y que asista la familia ducal de Luxemburgo, para la que Alix de Ligne era una persona muy querida.