Don Juan Carlos y Doña Sofía acuden al funeral del gran duque Jean de Luxemburgo

El rey Juan Carlos y la reina Sofía, de riguroso luto, han formado parte de la lista de representantes de las monarquías europea así como de distintos mandatarios internacionales que han querido rendir homenaje al gran duque y acompañar a su familia, encabezada por el soberano, Enrique, y su mujer, María Teresa, en la Catedral de Notre Dame del Gran Ducado.

Los padres del rey Felipe VI han acudido junto a rostros tan conocidos como el del príncipe Alberto de Mónaco, la princesa Beatriz de Holanda, la princesa Ana de Inglaterra, los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, Nicolás Sarkozy, los reyes Felipe y Paola de Bélgica, los reyes Harald y Sonia de Noruega o la reina Margarita de Dinamarca, entre otros.

Ha sido un día lluvioso y gris en el que la reina Sofía ha tenido que cubrirse con un paraguas a su llegada a la Catedral. Para tan formal ceremonia, la suegra de la reina Letizia ha escogido un abrigo negro y un tocado del mismo color con redecilla.

El rey Juan Carlos, por su parte, ha presentado, una vez más, problemas de movilidad al realizar el paseo hasta la entrada principal de la Catedral. El rey emérito ha tenido que ser ayudado por un edecán a la vez que se apoyaba sobre su ya habitual bastón, a cada paso. La dificultad de movilidad de Don Juan Carlos ha sido, de hecho, muy comentada por los medios luxemburgueses presentes.

Por motivos generacionales, la presencia de Don Juan Carlos y Doña Sofía en este funeral de Estado quizás tenía más sentido que la del rey Felipe VI y la reina Letizia. Los reyes eméritos tuvieron más relación personal con el fallecido.

A las 11:00 en punto de la mañana, todos los asistentes al funeral y la familia ha accedido a la catedral. Después, el gran duque Jean de Luxemburgo descansará en la cripta de la dinastía Nassau, en los bajos del templo.