La princesa Leonor cumple 14 años y supera, por goleada, a su padre Felipe

Son 37 los años que separan al rey Felipe (1968) y su hija Leonor (2005). Casi cuatro décadas en las que la sociedad ha experimentado una transformación extraordinaria. Cuando el Rey cumplió los 14 años (1982), sus padres, Juan Carlos y Sofía, se encontraban de viaje de Estado en la India.

Hoy no sería fácil de encajar ese 'desapego' de los Reyes y probablemente propiciaría opiniones encontradas en torno a 'dejar sola' a una adolescente en su día de celebración. En 2019, la gran mayoría de los adolescentes siguen siendo muy niños. Sobre ello reflexiona el psicólogo Jonathan Haidt en su último ensayo, en el que advierte de la sobreprotección de la mayoría de los padres con sus hijos jóvenes.

“Como cordera al matadero”

Nada que ver, por ejemplo, con la celebración del 14 cumpleaños de la reina Sofía, hace casi siete décadas (1952). Un año antes (curso 1951-1952) había cambiado el protocolo en la familia real de Atenas. Y la adolescente Sofía ya no recibiría clases particulares en palacio. Sustituyó la placidez del palacete de Tatoi por la rigurosidad de la educación que se impartía en la escuela Kurt Hahn de Salem (Alemania), que dirigía su tío Jorge Guillermo de Hannover. Fui como “cordera al matadero”, confesaría la propia Sofía años después.

Tras asistir con sus padres a la boda de Ernesto Augusto IV, hermano mayor de la reina Federica, en el castillo de Marienburg, llegó el momento de la separación. Sentada ya en la parte posterior del vehículo de sus tíos, junto a su primo Rainer, a punto de partir para Salem, “abrió la portezuela, se apeó y se arrojó en mis brazos llorando: ‘Mamá, mamá, no quiero irme’. El relato es de la propia reina Federica, que así lo describió en sus Memorias: “Tuvieron que separarnos físicamente, pues estábamos fuertemente abrazadas y llorábamos a lágrima viva”.

“Mi primera experiencia de libertad”

Pero fue la propia Princesa de Grecia quien pidió a sus padres el ingreso en el internado, justo unas fechas antes de cumplir los 14 años (1952). Durante su primer curso en Salem había vivido en el domicilio de sus tíos. Y al año siguiente quiso ser una interna más. Así lo recordaba en 1996: “Allí no había diferencias sociales: era una verdadera democracia, en la que todos recibíamos el mismo trato. Lo importante era el esfuerzo personal. Valías por lo que hacías. No por quiénes eran tus padres. Durante esos cuatro años yo fui Sofía de Grecia, a secas. Una más entre los demás”.

A los 14 años, en Salem, la adolescente Sofía de Grecia dejó atrás los celos que había despertado la designación de su hermano Constantino como heredero al trono, a pesar de que ella era la mayor de los tres hermanos... “En Salem, al ser tratada como Sofía de Grecia, a secas, empecé a verlo de modo distinto, con normalidad”. Y allí vivió, ha dicho, su “primera experiencia de libertad”. Una experiencia que su hijo Felipe viviría a una edad más avanzada.

La historia se repite

El 30 de enero de 1982, cuando el entonces Príncipe de Asturias cumplió los 14 años, fueron unas pocas las líneas que se dedicaron en los medios de comunicación para informar sobre la efeméride. Por el contrario, el cumpleaños de su hija, la Princesa de Asturias, ocupa espacios relevantes en prensa, radio y televisión. Sin duda alguna, el interés que despierta la princesa Leonor supera, por goleada, al que generaba con 14 años su padre.

En estas casi cuatro décadas, la sociedad española ha evolucionado, en efecto. Han cambiado no solo los usos y costumbres, sino —sobre todo— buena parte de los valores. Y sin embargo, también se cumple la máxima de que la historia se repite, aunque “sus lecciones no se aprovechan”, como apuntó Salomon Sée, el impulsor de los lycées en Francia.

En 1982, cuando el joven príncipe cumplió los 14 años, el partido en el Gobierno (UCD) transitaba por sus últimos estertores y el PSOE se preparaba para asumir el poder por primera vez en la nueva etapa democrática. En la misma fecha de su cumpleaños, en Madrid saltaron por los aires los pactos municipales entre socialistas (con Tierno Galván en la alcaldía) y el PCE de Santiago Carrillo.

En la actualidad, el PSOE de Pedro Sánchez y la izquierda de Pablo Iglesias (Podemos) escenifican su mayor desencuentro… La historia se repite.

El año 2023, una fecha clave para la Princesa

Afortunadamente, la jefatura del Estado, la Corona, se sitúa por encima de los encuentros o desencuentros entre los partidos políticos. La Constitución de la Concordia, la que Santiago Carrillo votó en 1978 con 39 de fiebre y una tremenda bronquitis, otorga al Rey —entre otras— la función de ser símbolo de la unidad y permanencia del Estado, árbitro y moderador del funcionamiento regular de las instituciones, así como la más alta representación en las relaciones internacionales.

Esos son, en síntesis, los retos que aparecen en el horizonte vital de la princesa Leonor. Dentro de cuatro años, probablemente, jurará la Carta Magna, como hizo su padre el mismo día de su 18 cumpleaños (30 de enero de 1986), en la sesión solemne que celebraron las Cortes Generales.

Ya mayor de edad y libremente, será ella quien decida en 2023 si compromete su vida al servicio de todos los españoles, jurando lealtad a los artículos constitucionales, con todos los privilegios y todas sus responsabilidades.

Fermín J. Urbiola

Periodista y escritor

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