Charlène vs. el protocolo: su inaudito look de gala frente a Carolina y Beatrice Borromeo
La esposa de Alberto de Mónaco se saltó todos los protocolos y lució un traje de pantalón y chaqueta durante los actos nocturnos, en lugar del vestido largo que la etiqueta exige
Vestidos de gala para ellas. Chaqué con pajarita blanca para ellos. Esta es la etiqueta establecida para la cena de gala y tradicional concierto que cada año se celebra en la noche del 19 de noviembre, Día Nacional de Mónaco. Pero llega la princesa Charlène y hace caso omiso al protocolo. La esposa de Alberto de Mónaco no ha dejado indiferente a nadie con su indumentaria, un traje chaqueta de corte masculino en negro, con camisa blanca cerrada al cuello. Un look que en otras circunstancias hubiera sido todo un acierto.
Tras participar en las celebraciones matinales, con la tradicional misa, imposición de medallas a miembros de las fuerzas armadas y el desfile que presencian desde los balcones del Palacio de Mónaco, la familia ha mermado notablemente para asistir a los actos nocturnos, a los que solo han acudido Alberto y Charléne, acompañados de Carolina de Mónaco, Andrea Casiraghi y Beatrice Borromeo, que en este caso ejercieron de 'compañeros de baile', ya que ninguno de los dos tenía a su pareja al lado.
Tanto Carolina como su nuera -ellas sí- fueron fieles a la etiqueta. La italiana ha escogido la casa Dior, la misma firma que había elegido para los actos matinales, en este caso con un vestido negro con transparencias en la parte superior que corresponde a la colección resort de 2020 y que Beatrice ha lucido adaptado a su cuerpo y estilo. Por su parte, su suegra ha apostado todo al rojo, con un vestido largo de terciopelo, solapas de chaqueta, botonadura delantera y puños en blanco. Y si Carolina ha sido fiel a la etiqueta, también lo ha sido a su firma de cabecera, ya que el diseño pertenece a Chanel.
Como es lógico, los colores de la bandera habían inundado todo el recinto, y también los atuendos tanto de Charlène como de Carolina, que lucieron una banda cruzada sobre su torso con el rojo y el blanco, algo que no puede faltar en esta noche de gala, por mucho que se obvien de alguna manera los protocolos en el vestuario, como ha sido el caso de la sudafricana.
Vestidos de gala para ellas. Chaqué con pajarita blanca para ellos. Esta es la etiqueta establecida para la cena de gala y tradicional concierto que cada año se celebra en la noche del 19 de noviembre, Día Nacional de Mónaco. Pero llega la princesa Charlène y hace caso omiso al protocolo. La esposa de Alberto de Mónaco no ha dejado indiferente a nadie con su indumentaria, un traje chaqueta de corte masculino en negro, con camisa blanca cerrada al cuello. Un look que en otras circunstancias hubiera sido todo un acierto.