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La ausencia del chamán, el mensaje de Marta Luisa... Todo sobre el funeral de Ari Behn
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FAMILIA REAL NORUEGA

La ausencia del chamán, el mensaje de Marta Luisa... Todo sobre el funeral de Ari Behn

Los asistentes, entre los que se encontraban varios políticos además de la primera ministra, no pudieron contener las lágrimas al despedir a Behn, que se quitó la vida a los 47 años

Foto: Funeral de Ari Behn. (Reuters)
Funeral de Ari Behn. (Reuters)

La familia real noruega vivió este viernes uno de sus peores días. Se celebró en la catedral de Oslo el funeral de Ari Behn, quien se quitó la vida el pasado 25 de diciembre, día de Navidad. A las 13:00 horas, la princesa Marta Luisa y sus tres hijas, Maud, Leah y Emma, arropadas por los reyes, los herederos, Ingrid Alexandra, Sverre Magnus, Marius Borg, su novia y la princesa Astrid, llegaban a la iglesia para darle el último adiós al escritor.

[Leer más: Así hemos vivido en directo el funeral de Ari Behn, exmarido de Marta Luisa]

Los asistentes, entre los que se encontraban varios políticos además de la primera ministra, no pudieron contener las lágrimas al despedir a Behn, que se quitó la vida a los 47 años a causa de una depresión que arrastraba desde hacía años. Tanto sus padres, Olav y Marianne Behn, como sus hermanos, Anja y Espen, así como su primogénita, le dedicaron emotivas palabras en una ceremonia que retransmitió la televisión pública noruega.

En Vanitatis recordamos todo lo sucedido en el sepelio de Ari Behn.

La ausencia de Durek Verret

A pesar de que el chamán presumió hace unas semanas en su Instagram de llevarse muy bien con Ari Behn, llamó poderosamente la atención que este no estuviera presente en su funeral. Se desconoce el motivo de su ausencia, que no pasó desapercibida para los medios noruegos, que se preguntan la razón de que Verret no se presentara, sobre todo teniendo en cuenta que se llevaba tan bien con Behn, según él. Esto se suma a que tan solo dos días después del suicidio de Ari, el chamán comentara en Instagram fotos subidas de tono de una amiga suya.

placeholder Ari Behn y Durek Verret. (Instagram)
Ari Behn y Durek Verret. (Instagram)

La discreción de la novia

Ebba Rysst, la mujer con la que Behn rehizo su vida tras su divorcio y con la que llevaba saliendio dos años, sí estuvo presente en la ceremonia, pero ocupó un segundo plano. Sentada junto a los padres de Ari, se la vio llorar en varios momentos de la ceremonia, pero no habló públicamente como sí hicieron otros familiares del escritor. Acudió junto a su madre y en el momento de despedir el ferétro se colocó detrás de la familia real.

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Ebba junto a su madre y los padres de Ari.

El mensaje de Marta Luisa

La princesa dejó todo el protagonismo a la familia de Behn y reconfortando en todo momento a sus hijas, desconsoladas tras la pérdida de su padre. Aunque ella no se ha pronunciado en ningún momento, en una de las coronas de flores se podía leer su último mensaje a su exmarido: "Gracias por todos los buenos momentos, con todo mi cariño, Marta". Maud, Leah y Emma también le mandaron mensajes a su padre escritos en las coronas de flores. En una de ellas se podía leer: "Te queremos para siempre, papá".

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El desconsuelo de Marius

Todos los miembros de la familia real lloraron durante el sepelio, incluidos Daniel de Suecia y Laurentien de Holanda, los dos representantes extranjeros. Pero el que más sorprendió, quizás por su rictus siempre serio, fue Marius Borg, que estaba desconsolado. El hijo de Mette-Marit acudió a la ceremonia junto a su novia, Juliane Snekkestad, y se le vio muy afectado en todo momento. Marius conoce a Ari Behn desde que era pequeño, así que es normal que llorase su pérdida.

placeholder  Marius llorando.
Marius llorando.

El poderoso discurso de Maud

Aparte de los padres y los hermanos de Ari, Maud, su primogénita, también quiso dedicarle unas palabras, convirtiéndose su discurso en un poderoso llamamiento a favor de la salud mental. "Solo quiero decirle a todos los que han pasado por una enfermedad mental, que siempre hay una salida. Aunque no se vea. Hay personas por ahí que pueden ayudar. Todos merecen amor y alegría. Nunca es una debilidad pedir ayuda sino una fortaleza. Hay tanta gente por ahí que está infinitamente feliz porque estás en su vida y la necesitas. Nunca pienses que es mejor irte", aseguró la joven.

[Lea aquí el discurso íntegro de Maud]

Detalles en rosa

Tanto Marta Luisa como sus tres hijas llevaban detalles rosas. La princesa lucía un lazo en el pelo, Maud una diadema fucsia, Leah un lazo que le sujetaba el abrigo y Emma otro lacito en su pelo. La primogénita de Ari Behn contó durante su discurso que era un homenaje a su padre, cuyo color favorito era el rosa. Es más, su ataúd estaba envuelto de flores rosas

placeholder Marta Luisa y sus hijas. (Reuters)
Marta Luisa y sus hijas. (Reuters)

El homenaje de Haakon a su cuñado

La llegada de Ari Behn a la familia real no fue fácil, sobre todo para los reyes, que no veían con buenos ojos al elegido por su hija. Sin embargo, poco a poco fue ganándose el corazón de todos, incluidos Haakon y Mette-Marit, con los que mantenía una buenísima relación. Tanto es así que el heredero quiso ser uno de los que cargaron el féretro de Ari desde la catedral de Oslo hasta el coche, entre los que se encontraban también el padre y el hermano del escritor.

placeholder Haakon llevando a su cuñado. (Reuters)
Haakon llevando a su cuñado. (Reuters)

El abrazo del rey a su hija

Y para cerrar el funeral de Ari nos llegó esta fotografía tomada por el periodista Oscar Aanemon, presente en la ceremonia. En ella vemos al rey de Noruega abrazando a su hija, la princesa Marta Luisa, tras el funeral de su exmarido. Una imagen que muestra lo unidos que están padre e hija.

La familia real noruega vivió este viernes uno de sus peores días. Se celebró en la catedral de Oslo el funeral de Ari Behn, quien se quitó la vida el pasado 25 de diciembre, día de Navidad. A las 13:00 horas, la princesa Marta Luisa y sus tres hijas, Maud, Leah y Emma, arropadas por los reyes, los herederos, Ingrid Alexandra, Sverre Magnus, Marius Borg, su novia y la princesa Astrid, llegaban a la iglesia para darle el último adiós al escritor.

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