Los Reyes, Preysler y Marichalar arropan a la familia de Plácido Arango en su funeral

A las ocho de la tarde de este jueves, los Reyes llegaban a la iglesia de los Jerónimos en Madrid para presidir el funeral en memoria del empresario y mecenas Plácido Arango, que falleció el pasado 17 de febrero. En la puerta, esperando al jefe del Estado, se encontraban los tres hijos -Pacho, Maite y Paco- y Cristina Iglesias, su pareja. Dentro del templo, amigos, conocidos, empleados y gente anónima que en algún momento de la vida recibieron un gesto de generosidad por parte del mecenas. Todos quisieron rendir este último homenaje a través de la liturgia religiosa. Los nietos de Arango, además, fueron los encargados de las lecturas.

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El padre Ángel fue el encargado de celebrar el funeral. La relación del sacerdote y el empresario viene de lejos. Su primer encuentro tuvo lugar en Oviedo, cuando el fundador de Mensajeros de la Paz recibió en 1994 el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Arango fue presidente de la fundación entre 1987 y 1996. A partir de ese momento, hubo química entre ambos y se entendieron muy bien. El padre Ángel pedía y el mecenas respondía. En el funeral, quiso recordar ese primer contacto que se convirtió en amistad.

“Era un hombre generoso que nunca preguntaba. Amaba a su familia por encima de todas las cosas”, explicaba en la homilía. También recordó cómo los hijos le llamaron para comunicarle la triste noticia de una muerte que nadie esperaba. “Yo estaba en Roma y recibir esa noticia me produjo una gran tristeza. Pido a la Santina (Virgen de Covadonga) que dé fuerzas a sus hijos, a su familia y todos los que tuvimos la suerte de tratarlo”.

Al funeral acudieron Juan Abelló, Anna Gamazo, March, Entrecanales, Jaime de Marichalar, Alierta, el duque de Soria, los exministros Eduardo Serra, Méndez de Vigo, José Guirao, Antonio Garrigues Walter, Alicia Koplowitz, Alberto Ruiz-Gallardón, Katia Guerrero, Marile Zaera, Carmen Posadas, Adolfo Suárez Illana, Isabel Flores, Alfonso de Borbón, el marqués de Cubas, Simoneta Gómez-Acebo, Francisco Belil, presidente de la Fundación Princesa de Girona, Naty Abascal, Pilar González de Gregorio y Carolina, entre otros muchos amigos y conocidos.

Coincidían con el padre Ángel en destacar la calidez y la generosidad del filántropo que han heredado sus tres hijos. Desde el primer momento estuvo involucrado en la fundación Aladina, la iniciativa solidaria que creó su hijo Paco para dar apoyo a niños y adolescentes enfermos de cáncer.

Como anécdota señalar que al estar todos los bancos ocupados y también los laterales, Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, que llegaron tarde, optaron por permanecer unos minutos en la iglesia y marcharse ante la falta de espacio.