Zarzuela: normas de convivencia en tiempos del coronavirus y una agenda dinámica
Los reyes Felipe y Letizia permanecen con sus hijas, Leonor y Sofía, siguiendo los protocolos pertinentes a consecuencia de la pandemia del Covid-19
Como a todos los españoles, la pandemia ha afectado de lleno a la actividad habitual de los reyes Felipe y Letizia. No solo en lo que a su convivencia diaria y a las estrictas normas de confinamiento a las que están sometidos de manera voluntaria, ya que por la naturaleza de su cargo se consideran 'profesionales esenciales'. También a su actividad profesional, que ha dejado de estar planificada y hecha pública antes del fin de semana para así facilitar también la labor informativa a los medios comunicación, que pueden planificar sus coberturas con unos días de antelación.
En su página web no hay rastro de actos planificados, pues, como es sabido, desde que se decretara el estado de alarma y se publicara el decreto en el BOE el pasado 14 de marzo, sus salidas se han visto limitadas a dos actos del rey Felipe VI. Su visita al hospital de campaña en IFEMA el pasado 26, el monarca, debidamente protegido con mascarilla (de momento, no obligatoria en España) y guantes, y el día 3 de abril cuando visitó el Mando de Operaciones en la Base de Retamares en Pozuelo de Alarcón, donde agradeció la entrega a los militares que participan en la 'Operación Balmis' para luchar contra la pandemia.
Los propios ciudadanos son conscientes de la nueva forma de trabajar de los reyes, impuesta por las circunstancias. Su agenda es ahora mucho más flexible y está marcada también por la propia evolución de la pandemia. En estas semanas hemos tenido constancia de las distintas reuniones de trabajo que han mantenido los reyes por teléfono o videoconferencia, que en muchos casos podríamos considerar como el equivalente a las audiencias que de forma habitual se celebran en el palacio de la Zarzuela con diversos colectivos de nuestra sociedad.
Unas actividades que están regidas por los principios que esgrimió en el discurso televisado del pasado 18 de marzo en el que manifestó que los españoles volverían a "dar ejemplo, una vez más, de responsabilidad, de sentido del deber, de civismo y humanidad, de entrega y esfuerzo y, sobre todo, de solidaridad, especialmente con los más vulnerables, para que nadie pueda sentirse solo o desamparado".
Llamadas al más alto nivel
En este caso las llamadas telefónicas y las videoconferencias están muy marcadas por las necesidades del momento y la atención que merecen los colectivos más vulnerables o los sectores más estratégicos para superar la pandemia o afrontar la delicada situación económica derivada de ella. Lo que explica también contactos al más alto nivel para conseguir material sanitario imprescindibles en estos momentos o su llamada al expresidente de Estados Unidos Donald Trump (la Casa Blanca canceló la vista de los reyes prevista para el 21 de abril y aún no se ha fijado fecha alternativa) y que sirvió para desbloquear el envío de respiradores a nuestro país en virtud de una ley de defensa nacional activada allí desde le pasado 18 de marzo.
En estos últimos días y ante una Semana Santa insólita, el propio monarca ha contactado con las cofradías de Málaga y Sevilla para darles ánimos en estos momentos tan difíciles. La anomalía de esta situación ha impedido también que los reyes, como es habitual, se marcharan de vacaciones a un destino privado y que reaparecieran el domingo en la tradicional misa de Pascua de Palma de Mallorca.
Durante todo este tiempo, desde la aprobación del mencionado decreto del estado de alarma, los reyes permanecen en Zarzuela, con un personal mínimo, según desvelaba hace unos días Abc, ya que la mayoría del personal teletrabaja, mientras que los que acceden a las instalaciones, de manera rotativa, lo hacen respetando escrupulosamente las preceptivas normas de distanciamiento social y de higiene. Asimismo, la Guardia Real, los guardia civiles y policías que habitualmente se ocupan de su seguridad, están realizando labores en la lucha contra el Covid-19.
Los reyes se desplazan cada día desde su hogar, el Pabellón del Príncipe, al edificio oficial para cumplir con su desempeño laboral, mientras sus hijas permanecen en casa. Como todos los escolares que han visto sus clases suspendidas de manera presencial por el cierre de los colegios, siguen con sus clases y tareas a través de internet. De momento, no hemos vuelto a verlas en público ni aplaudiendo al personal sanitario, como a otros 'royals' de su generación, aunque, según el mencionado artículo de Abc, los reyes sí se suman a este aplauso cada día a las ocho de la tarde.
Como a todos los españoles, la pandemia ha afectado de lleno a la actividad habitual de los reyes Felipe y Letizia. No solo en lo que a su convivencia diaria y a las estrictas normas de confinamiento a las que están sometidos de manera voluntaria, ya que por la naturaleza de su cargo se consideran 'profesionales esenciales'. También a su actividad profesional, que ha dejado de estar planificada y hecha pública antes del fin de semana para así facilitar también la labor informativa a los medios comunicación, que pueden planificar sus coberturas con unos días de antelación.